La práctica de la preparación física. Estélio H.M. Dantas

      – Aumenta cerca del 15% del valor anterior.

      En la competición del segundo orden.

      – Crece cerca del 10% del valor anterior.

      En la competición principal.

      – Es un 10% mayor que el valor anterior.

      Un ejemplo de estas curvas se puede observar en la figura 4.27 (página 99).

3.8. OBTENCIÓN DE LA MÁXIMA FORMA DEPORTIVA (PICO)

      Uno de los conceptos tratados en la introducción de la filosofía del entrenamiento total en el entrenamiento deportivo fue el carácter discontinuo del pico de la forma física.

      En los períodos anteriores a la concepción precientífica, como el volumen y la intensidad del trabajo de los deportistas no se cuantificaban suficientemente y como aún no existía una periodización del carácter ondulatorio de la aplicación de la carga, no se lograba alcanzar el máximo de su potencialidad. Debido a este hecho, se tenía una noción monolítica de las formas física y técnica.

      Cuando el entrenamiento se atuvo a los límites de la capacidad humana, se percibió que era posible ”animar” las formas física y técnica de un deportista hasta un nivel en el que se mantuviera algún tiempo y posteriormente permitiese un reflujo de este estadio con el fin de evitar el sobreentrenamiento. El entrenamiento perdió su concepción monolítica para ganar una perspectiva ondulatoria, como se muestra en la figura 3.40.

      Surge entonces el concepto de pico que se puede enunciar como:

      El pico se basa en la creación de una “expectativa de esfuerzo” en el organismo que, por no realizarse, deja disponible “sobredosis” de capacidad técnico-física que puede ser desarrollada en la competición.

       Figura 3.40. Concepciones sobre las formas de mejorar el nivel de capacidad física, técnica y psicológica.

       Pico es el punto máximo de la forma física, técnica, táctica y psicológica alcanzada por un deportista como resultado de un programa de entrenamiento.

      El número de picos posibles en un año (de uno a cuatro), así como la duración de cada uno, dependerá de diversos factores tales como:

      Deporte elegido y cualidades físicas que intervienen.

      Experiencia deportiva (lastre fisiológico).

      Duración de la fase básica del período preparatorio.

      Edad.

      Individualidad biológica.

      En la figura 3.9 se muestra una relación entre las cualidades físicas que intervienen en los deportes y el número de picos posibles por año. Por otro lado, un buen lastre fisiológico y una mayor duración de la fase básica provocarán un pico más prolongado. Y, sin embargo, la individualidad biológica será el factor determinante tanto en la duración como en el número de picos que el deportista alcanzará.

      Los instrumentos para la obtención del pico al alcance de cualquier entrenador son: la correcta aplicación del principio oscilatorio de la carga, que permitirá el aprovechamiento total del fenómeno de la supercompensación (recuperación ampliada) y la variación de la predominancia del volumen o de la intensidad del entrenamiento.

      Una correcta periodización del entrenamiento permitirá que el deportista alcance el pico en los días próximos a la competición objetivo, mediante el empleo preciso de los principios científicos del entrenamiento deportivo y la observación de la planificación realizada. Sin embargo, alcanzar un pico en la plenitud de las potencialidades del deportista y la coincidencia de éste con las competiciones principales dependerá básicamente de la maestría del entrenador.

      Para el éxito deportivo, es imprescindible que exista un perfecto conocimiento del deportista por parte del entrenador y de toda la comisión técnica. Factores como el límite de resistencia al entrenamiento, la necesidad de reposo, el tiempo mínimo de recuperación, los síntomas previos de cansancio, la duración del pico y el tiempo de recuperación entre dos picos, sólo serán alcanzados por medio de la observación práctica y deberán integrar los registros de entrenamiento.

      El proceso de obtención final del pico escapa, por tanto, del cientificismo del entrenamiento deportivo, asumiendo las características artísticas que, en lugar de disminuir la belleza del deporte de alto nivel, le confieren una dimensión mayor debido a la imprescindibilidad del factor humano.

      El ajuste final del entrenamiento o “pulimiento” de la forma atlética y la “sintonización fina” del pico con la competición seguirán todavía dependiendo mucho tiempo de la sensibilidad del entrenador y de la comisión técnica.

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