El libro de medicina oriental (Bicolor). Clive Witham

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Название El libro de medicina oriental (Bicolor)
Автор произведения Clive Witham
Жанр Сделай Сам
Серия Salud
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9788499109091



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       Sequedad

      Como factor externo, la sequedad no es tan frecuente como los demás factores. Si uno vive o trabaja en un edificio con calefacción central, puede que note que la sequedad afecta la piel y los labios. Si uno se encuentra cerca de un desierto, aún más. Pero la sequedad de la piel, boca, movimientos del vientre y falta de orina son normalmente consecuencia de una sequedad que viene de dentro, no de fuera.

      El Estómago es el órgano clave, aquí. El Estómago es el origen de todos los líquidos del cuerpo. Una manera segura de secar estos fluidos es tener unos malos hábitos alimentarios, como comer deprisa, cenar tarde por la noche o volver al trabajo corriendo justo después de comer. Si hacemos esto lo bastante a menudo, los líquidos del estómago se evaporan, debilitando el yin y causando sequedad y multitud de problemas asociados.

      Capítulo 7

      images Los alimentos y las bebidas que consumimos

      La mayoría de las personas saben que los alimentos se pueden dividir en distintas categorías según lo que contienen. Por ejemplo, los alimentos pueden contener varias combinaciones de proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas.

      En caso de duda, un alimento se puede analizar científicamente con soluciones químicas simples para comprobar a qué categoría pertenece. Así es como sabemos, por ejemplo, que las patatas son hidratos de carbono, la carne son proteínas y el ácido fólico es una vitamina. Se han disgregado, analizado y clasificado con precisión.

      Si tomamos cualquiera de estos alimentos, el cuerpo contendrá más de esa categoría que antes de la ingestión. Por ejemplo, después de comer un bistec, el cuerpo muy probablemente tendrá más proteínas y grasas que las que tenía antes de consumirlo.

      Esta manera de considerar el cuerpo y los alimentos debe contemplarse en términos de sus constituyentes químicos. El cuerpo necesita proteínas, hidratos de carbono y grasas para generar su energía calórica. Es decir, a fin de mantener nuestras reservas de energía hay que consumir la cantidad adecuada de calorías todos los días. Nuevamente, ello se puede medir y cuantificar hasta el último gramo.

      Sin embargo, en esta visión mecánica del cuerpo y la nutrición falta algo: la relación entre ambos es mucho más que las simples bases de la teoría nutricional. No hay sólo un test químico para estudiar cómo reacciona el cuerpo ante los alimentos y lo que consume. Durante el proceso digestivo, cuando la comida es transformada en energía, los distintos alimentos causan distintas reacciones en la estructura energética del cuerpo.

      En un laboratorio, un hidrato de carbono es un hidrato de carbono, pero cuando ese hidrato de carbono llega al calor del estómago, junto con un cóctel de otros varios alimentos, hará algo en el cuerpo en el que se encuentra que puede no tener nada que ver con el hecho de que sea un hidrato de carbono. Puede generar calor o frío, acelerar procesos o frenarlos, o incluso reforzar o debilitar un órgano.

      Los antiguos maestros orientales empezaron a categorizar los alimentos a partir de la llegada de éstos al estómago y no antes, desarrollando una teoría según la cual todos los alimentos se pueden clasificar según su temperatura y sabor, basándose en el efecto que los alimentos tienen en el cuerpo después de la digestión, y no en el sabor real o la temperatura a la que se toma el producto.

      Conocer esta clasificación puede ser de gran ayuda para comprender cómo influye la comida en la perspectiva global de conservar la salud y el equilibrio del cuerpo. Por ejemplo, si a una persona el calor le sube a la cabeza, como suele ocurrir con las migrañas, los sofocos de la menopausia o la neuralgia del trigémino, tomar alimentos clasificados como calientes o cálidos, como el café o la carne grasa, puede exacerbarle fácilmente el problema.

      En el otro extremo del espectro, alguien que se siente agotado, tiene frío y le duele la zona lumbar debe evitar comer demasiados alimentos de naturaleza fría, como ensaladas o frutas sin cocer.

      Con sólo un ligero conocimiento de estas teorías, ya se pueden introducir cambios en los hábitos alimentarios para mantener la salud, e incluso se pueden lograr mejoras en enfermedades de larga duración.

      A continuación se da una lista de alimentos y sus temperaturas. No es exhaustiva ni excluyente. A veces un alimento puede estar en más de una categoría al mismo tiempo; en el caso de ciertos productos, he simplificado asignándolos a una sola categoría. Inevitablemente, se darán diferencias puntuales entre esta lista y otras que existen, como las que clasifican los alimentos chinos, por lo que debe considerarse más como un conjunto de directrices que como normas.

       Alimentos que enfrían el cuerpo

       Alimentos de naturaleza fría

      Estos alimentos enfrían el cuerpo dirigiendo la energía hacia el interior y hacia abajo. También ralentizan la digestión y el flujo del Qi y la sangre por el cuerpo. Un exceso de alimentos fríos puede debilitar la digestión y causar un aumento de peso. En cualquier persona con un yang débil o un trastorno por frío, un exceso de estos alimentos puede empeorar el problema de salud.

      FRUTA: plátanos, arándanos, pomelo, caquis, limas, melones, mangos, tomates y sandías.

      VERDURAS: brotes de soja, apio, pepinos, lechuga y algas.

      HIERBAS Y ESPECIAS: sal.

      LEGUMBRES, SEMILLAS Y FRUTOS SECOS: tofu, judías mungo y brotes de bambú.

      CARNE, PESCADO Y MARISCO: cangrejo, almejas y pulpos.

      BEBIDAS: batidos de leche y bebidas a base de yogur.

      OTROS: helado o polos, queso artesano, cremas para untar y yogur.

       Alimentos de naturaleza fresca

      Los alimentos frescos también tienen un efecto refrescante en el cuerpo, pero menor que el de los alimentos fríos, y también pueden ayudar a reforzar la sangre. Consumir demasiados alimentos frescos puede debilitar la digestión y el nivel de yang del cuerpo y también puede empeorar cualquier trastorno debido al frío.

      FRUTA: manzanas, aguacates, grosellas negras, limones, peras, pasas, mandarinas, naranjas, fresas, kiwis y moras.

      VERDURAS: alcachofas, berenjenas, brécol, coliflor, escarola, champiñones, rábanos, ruibarbo, espinacas y berros.

      HIERBAS Y ESPECIAS: orégano, menta y también ortigas.

      LEGUMBRES, SEMILLAS Y FRUTOS SECOS: almendras y soja en grano.

      CARNE, PESCADO Y MARISCO: ostras, cerdo, conejo, rana y caracoles.

      BEBIDAS: cerveza, leche, leche de soja, té negro, té verde, manzanilla, té oolong e infusión de menta.

      CEREALES: cebada, lentejas verdes, mijo, alforfón, trigo y salvado de trigo.

      OTROS: queso (cuanto más duro, menos refrescante), aceite de sésamo, aceite de girasol, salsa de soja, tofu y sopa de miso.

       Alimentos que calientan el cuerpo

       Alimentos de naturaleza cálida

      Los alimentos cálidos generan calidez en el cuerpo enviando el Qi hacia arriba y hacia la periferia, y también refuerzan el yang y el Qi. En personas con trastornos por calor o por tener un yin débil, un consumo excesivo de estos alimentos exacerba el calor.

      FRUTA: cerezas, cocos, dátiles, granadas, melocotones, frambuesas, moras, tomates (cocidos), bayas del espino blanco y nectarinas.

      VERDURAS: espárragos, cebollas, ajo, col rizada, puerros, chirivías, pimientos verdes, calabaza e hinojo.

      HIERBAS Y ESPECIAS: albahaca, cardamomo, alcaravea, manzanilla, cebollinos, cilantro, jengibre fresco, perejil, salvia, cúrcuma, comino, clavo de especia, nuez moscada,