Название | Políticos y sacerdotes |
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Автор произведения | Osho |
Жанр | Сделай Сам |
Серия | Sabiduría Perenne |
Издательство | Сделай Сам |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788499888880 |
La esencia de tu ser es la verdad. La belleza de tu ser es la belleza de la existencia. El silencio de tu ser es el lenguaje que la existencia entiende.
La esencia de tu ser es la verdad. La belleza de tu ser es la belleza de la existencia. El silencio de tu ser es el lenguaje que la existencia entiende. Cuando te estableces en tu ser, has llegado a casa. Se acaba tu deambular. Se acaba tu esfuerzo. Estás cómodo, estás sentado tranquilamente en tu interior. Se te revela un gran esplendor oculto y dejas de estar separado de la realidad, eres uno con ella. Los árboles, la luna, las estrellas y las montañas forman parte de una unidad orgánica, y tú también formas parte de esa unidad y pasas a formar parte de Dios.
La religión es la mayor conquista del ser humano. Más allá de la religión no hay nada y tampoco se necesita nada más. Tu ser es tan abundante, rebosa tanta dicha, silencio, paz, comprensión y éxtasis que la vida se convierte, por primera vez, en una canción, en un baile, en una celebración. Los que no conocen la religión, no conocen la celebración.
En cambio, la religión oficial es otro tema. Quiero que os quede claro que la verdadera religión siempre es individual. Si intentas organizar la verdad, la matas, porque la conviertes en una doctrina, en una teología, en una filosofía, y deja de ser una experiencia, ya que una multitud no puede experimentar. Esta experiencia solo la puede tener cada persona individualmente.
Es parecido al amor. No puede haber organizaciones del amor para que tú no tengas que preocuparte y haya una organización o sacerdote que se encarguen de hacerlo por ti. Esto, por otro lado, es lo que le ha ocurrido a la religión. Cada vez que alguien descubre la verdad, los sacerdotes, que es el grupo más astuto dentro de la humanidad, le rodean inmediatamente. Reúnen sus palabras, las empiezan a interpretar y le dicen a la gente que solo pueden saber la verdad a través de ellos, porque ellos son los agentes de Dios. Aunque se llamen profetas o mensajeros, o elijan otro nombre, en realidad, se han autodesignado agentes de Dios. No conocen a Dios, pero se aprovechan de toda la humanidad en el nombre de Dios.
Las religiones oficiales son otra forma de política. Del mismo modo que siempre he considerado la política como la actividad más ruin del ser humano, mi actitud hacia las religiones oficiales es la misma.
Las religiones oficiales son otra forma de política. Del mismo modo que siempre he considerado la política como la actividad más ruin del ser humano, mi actitud hacia las religiones oficiales es la misma. Es evidente que los sacerdotes y los políticos siempre han conspirado contra la humanidad. Se apoyan entre sí. Se reparten la vida entre ellos, la vida mundana le corresponde al político, y él es quien manda en ese ámbito, y la vida interior le corresponde al sacerdote, y él es quien manda ahí.
¡A veces te sorprendes! Parece increíble que hasta en el siglo XX el papa declare que es pecado comunicarse directamente con Dios. Solo se puede hacer a través del papa, porque es el canal adecuado, y si la gente empieza a comunicarse directamente con Dios, se confiesa a Dios, le reza a Dios, millones de sacerdotes se quedarán sin empleo. Aunque en realidad no hagan nada y su única función es engañarte. Como tú no entiendes el idioma de Dios y no eres un ser tan evolucionado como ellos, ellos se encargan de hacerlo por ti por un módico precio, en forma de donación para su iglesia o para su templo.
¡Todas esas donaciones van a parar a los bolsillos de los sacerdotes! No saben nada de Dios, pero son muy cultos y se aprenden las escrituras de memoria como los loros. Sin embargo, su verdadero deseo interno no es ni Dios ni la verdad…, en realidad, no son buscadores, sino estafadores.
Me han contado que…
Un sacerdote compró dos papagayos y con gran esfuerzo les enseñó a repetir bellas declaraciones de Jesucristo. Todo el mundo estaba realmente sorprendido porque los loros eran muy rigurosos. También les hizo un pequeño rosario y rezaban constantemente, y consiguió para ellos unas Biblias pequeñas, y siempre estaban con la Biblia abierta pasando las cuentas del rosario. No sabían leer, pero se lo habían aprendido todo de memoria. El sacerdote abría la Biblia por una página y decía: «Página doce», y ellos empezaban a leerla…, aunque, en realidad, no la estaban leyendo, sino que se lo sabían todo de memoria.
El sacerdote estaba muy contento y pensó que no sería mala idea tener un tercer papagayo. A este no le iba a enseñar la Biblia de memoria ni a rezar el rosario, pero le iba a enseñar a dar sermones. Encontró un loro y el vendedor de la tienda de animales le dijo: «Vas a ver cumplidos tus deseos, es el animal más inteligente que jamás he visto».
Pero no se dio cuenta de que era hembra, y la metió en la jaula con los otros dos, que estaban pasando las cuentas del rosario y leyendo la Biblia. Los dos papagayos miraron a la hembra y uno le dijo al otro: «¡Olvídate del rosario! Nuestros rezos han sido escuchados».
Los sacerdotes solo son papagayos que rezan para obtener poder, prestigio y dinero. Son políticos disfrazados que hacen política en nombre de Dios, y la suya es una política de números. Hoy en día hay más de mil millones de católicos. Evidentemente, el papa es el religioso del mundo que más poder tiene.
Todas las religiones quieren que aumente su número de fieles y, para ello, usan diferentes métodos. Los musulmanes se pueden casar con cuatro mujeres, lo que les permite tener cuatro hijos por año, gracias a lo cual se han convertido en la segunda religión más grande después del catolicismo.
Una religión oficial es un nombre sin contenido ni significado que solo oculta una política de números. Lo sabéis perfectamente, cada vez que se acercan las elecciones en la India, los políticos van a ver al shankaracharya. No le visitan durante cinco años y, en cuanto se acercan las elecciones, el primer ministro va a ver al shankaracharya. Se embarca en una peregrinación a los templos remotos en las montañas de la cordillera del Himalaya. ¿Para qué? De pronto tiene una imperiosa necesidad de religión, que remite en cuanto se pasan las elecciones.
Estas personas solo están buscando votos y por eso tienen que rendirle homenaje a los líderes de las religiones. Y al shankaracharya le agrada enormemente que el primer ministro se postre a sus pies. Los seguidores del shankaracharya, los hinduistas, declaran que «nuestro primer ministro es una persona muy religiosa». Cuando el papa viene a la India, van a recibirle al aeropuerto el primer ministro con todo su séquito. ¿Por qué? Porque actualmente el catolicismo es la tercera religión de la India, y rendirle homenaje al papa significa ganarse los votos de todos los católicos.
Las religiones oficiales –ya sea el cristianismo, el hinduismo o el islamismo— no buscan la verdad. ¿Después de dos mil años, qué verdad ha aportado el cristianismo a las declaraciones de Jesús? ¿Es necesaria esta organización? No ha aumentado la religiosidad del mundo, solo repiten lo que dijo Jesús, que es algo que se puede encontrar en los libros y estos ya están a disposición de todo el mundo. ¿Tras veinticinco siglos, cuántos budistas han buscado o encontrado la verdad? Solo son una fila de papagayos que repiten lo que descubrió Gautama Buda.
Solo el individuo puede encontrar la verdad. Es un privilegio del individuo y es su mérito.
No te olvides de que Gautama Buda, Mahavira o Jesús no pertenecían a una religión oficial, sino que fueron buscadores individuales. Solo el individuo puede encontrar la verdad. Es un privilegio del individuo y es su mérito.
Las religiones oficiales siempre han provocado guerras, igual que los políticos. Aunque tengan distintos nombres y los políticos luchen por el socialismo, el comunismo, el fascismo o el nazismo, las religiones luchan por Dios, el amor y su concepto de la verdad. Por culpa de los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes, cristianos y judíos, musulmanes e hindúes, o hindúes y budistas, han muerto millones de personas.