Название | Thomas Merton |
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Автор произведения | Sonia Petisco Martínez |
Жанр | Языкознание |
Серия | BIBLIOTECA JAVIER COY D'ESTUDIS NORD-AMERICANS |
Издательство | Языкознание |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788491344018 |
THOMAS MERTON
PASIÓN POR LA PALABRA
BIBLIOTECA JAVIER COY D’ESTUDIS NORD-AMERICANS
http://puv.uv.es/biblioteca-javier-coy-destudis-nord-americans.html http://bibliotecajaviercoy.com
DIRECTORAS
Carme Manuel
(Universitat de València)
Elena Ortells
(Universitat Jaume I, Castelló)
THOMAS MERTON
PASIÓN POR LA PALABRA
Sonia Petisco
Biblioteca Javier Coy d’estudis nord-americans
Universitat de València
Sonia Petisco
Thomas Merton: pasión por la palabra
1ª edición de 2018
Reservados todos los derechos
Prohibida su reproducción total o parcial
ISBN: 978-84-9134-401-8
Ilustración de la cubierta: Encuentro deseado (2012) de Francisco Petisco Diseño de la cubierta: Celso Hernández de la Figuera
Publicacions de la Universitat de València
A mis padres, ejemplo por su infinita bondad y amor
Todas las cosas tienen su misterio y la poesía es el misterio de todas las cosas.
Federico García Lorca
This was our ambition: to be small and clear and free.
John Ashbery
Índice
Cronología de la vida y obra de Thomas Merton (1915-1968)
Influencias espirituales, literarias y críticas
Itinerario poético de Thomas Merton: trayecto y búsqueda
Apéndice : Estudio preliminar y traducción de Eighteen Poems de Thomas Merton
Introducción
Cualquier formulación que podamos plantear en torno a la obra del escritor norteamericano Thomas Merton (Francia 1915-Bangkok 1968) nunca podrá rozar tan siquiera algo de la verdad que su verbo singular acertó a manifestar con tanta compasión como dureza. Es más, correríamos el riesgo de atentar contra la claridad de su palabra, de desactivar y enmarañar con literaturas o con filosofías lo que de ella brotó como razonamiento transgresor, como de una herida nunca cerrada, transida por una suerte de experiencia innovadora.
Trataremos pues a lo largo de estas líneas de exponer la voz desnuda de esta figura singular en el panorama del pensamiento contemporáneo, monje y poeta, cuya influencia nos enriquece con el paso del tiempo, haciendo justicia a una obra controvertida, deudora de la tradición bíblica, pero profundamente enraizada en la crítica de su tiempo.
Cabría aventurar que toda la vida de este gran contemplativo y crítico excepcional de alcance universal consistió en un paulatino desprendimiento tanto del mundo como de sí mismo, haciéndose eco de las palabras evangélicas: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mt. 16, 24). Su intrincado camino comienza a los dieciséis años, quedando huérfano de padre y madre. Es entonces cuando el joven inicia una incesante reserche por paisajes diversos, alternando viajes por Italia, Inglaterra, EEUU, y Cuba que culminarán con su abandono del mundo secular y su ingreso en 1941 en la abadía trapense de Nuestra Señora de Getsemaní (Kentucky, EEUU), desembocando finalmente en una ruptura de los muros claustralis y una opción firme por el eremitismo y el monasticismo universal, algo que lejos de separarle de sus hermanos le condujo a una verdadera experiencia de comunidad desde la soledad más auténtica. Es significativo que el papa Francisco, en su discurso pronunciado el 24 de septiembre de 2015 ante los miembros del Congreso de Estados Unidos en el Capitolio de Washington, aludió de forma entusiasta a Merton como “fuente de inspiración espiritual y guía para muchos.”1
En efecto, Merton fue un autor fecundo de numerosas obras en verso y prosa que tuvieron una gran repercusión en el ámbito de los estudios literarios norteamericanos y en la sociedad de su tiempo.2 Sin olvidar las distancias obvias espacio-temporales, los presupuestos sociales y la personalidad, cabría decir que al tratar a lo largo de estas páginas de dar cuenta cabal de la poesía de Thomas Merton estamos abordando una tarea similar a la que supondría revalorizar la prosa de San Juan de la Cruz haciéndola acompañar de su poesía. En ambos autores prosa y poesía se reclaman. Ambas forman el anverso y el reverso de un mismo caudal creativo, y en los dos autores su alcance es igualmente universal. En el caso de Merton todavía no se había acometido esta indispensable tarea, a excepción de algunas traducciones puntuales realizadas por autores como José María Valverde, Ernesto Cardenal, Luis M. Schökel, Margarita Randall y Sergei Mondragón, José Coronel Urtrecho o Miguel Grinberg, o la recientemente publicada edición bilingüe de una selección de poemas del autor realizada por la que suscribe estas líneas con el título Oh corazón ardiente.3 La presente monografía pretende abordar un estudio introductorio de su poesía que sirva a modo de “companion” a esta antología.
Creación, crítica y contemplación vertebran las líneas directrices de este ensayo desentrañando los resortes internos que mueven la poética mertoniana esenciales en cualquier intento de acceder a ella. En su trayectoria se pretende señalar los ejes referenciales y complementarios que el siguiente esquema confiere:
a. La contemplación: la poesía como oración y celebración y el uso del lenguaje al servicio de la ciencia laudens.
b. La creación literaria, fundamentada en su teología de la creatividad y en el poder evocador-analógico del símbolo entendido como presencia y sacramento.
c. La crítica: la poesía como resistencia a la entronización de los discursos de la razón instrumental, como espejo que anuncia proféticamente y que denuncia críticamente una realidad que no hace justicia de nuestra creación a imagen y semejanza del Dios del amor.
En su Asian Journal escrito al final de su vida durante su viaje por tierras asiáticas, Merton hace explícita la relación que guardan entre sí cada uno de estos conceptos nucleares de su teoría poética:
The contemplative life must provide an area, a space of liberty, of silence, in which possibilities are allowed to surface and new choices – beyond routine choices – become manifest. It should create a new experience of time […] as “temps vierge” […] Not dominated by one’s own ego and its demands. Hence open to others – compassionate time, rooted in