PRÓLOGO Una profunda emoción y un inmenso placer motivaron la redacción de las palabras que sirven de prólogo al presente libro. La importancia y la relevancia actual del contenido de los distintos y muy variados aportes de los autores que hacen parte de esta sólida obra, en materia de la disrupción de las nuevas tecnologías digitales en los mercados financieros, sin duda alguna convierten a la misma en una lectura obligatoria para todos los involucra-dos en dicho ecosistema, desde los estudiantes de pregrado y posgrado en proceso de formación, pasando por los académicos de distintas áreas del derecho, hasta los profesionales que han visto en la práctica la importancia de la tecnología en el sector financiero. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, lo disruptivo es algo relativo a la disrupción, que es una rotura o interrupción brusca. Sin embargo, el concepto que hoy en día es más relevante y usado se atribuye a Clayton M. Christensen y Joshep Brower, de la Harvard Business School, en su artículo Disruptive Technologies: Catching the Wave, publicado en 1995. Allí los autores compararon el concepto de tecnología sostenible, «que tiende a mantener un ritmo de mejora; es decir, les da a los clientes algo más o mejor en los atributos que ya valoran», frente al de tecnología disruptiva, que es aquella que introduce «un paquete de atributos muy diferente del que los clientes tradicionales valoran históricamente», y al menos al principio, dada la preferencia del cliente por lo conocido que le funciona razonablemente bien, tiende a usarse y valorarse solo en nuevos mercados o nuevas aplicaciones, posibilitando la aparición de nuevos mercados1. Otra visión trae a colación conceptos complementarios derivados del área de negocios, que hacen énfasis en que lo disruptivo es algo que produce una gran turbulencia –o terremoto– en el mercado, y que más adelante se complementará inescindiblemente con el concepto de innovación2. En la medida en que los desarrollos tecnológicos han tenido aparición y desarrollo en los últimos años –como lo ilustra la implementación de negocios y servicios basados en la blockchain–, las actividades empresariales y financieras, y quizás estas últimas más que aquellas, han venido asistiendo a un profundo conjunto de cambios en sus mercados. Esto ha generado una verdadera transformación en la forma de concebir el negocio financiero, aunque en esta primera etapa el upheaval del diccionario Merriam-Webster no haya tenido aún plena aparición. Empero, como lo enseña la literatura especializada, la característica común que distinguió a negocios que desaparecieron fue precisamente que subestimaron los alcances de este cambio, de esta disrupción, y se consideraron a salvo más allá de los riesgos que implicaba.