Desde su nacimiento, Hércules sabe que su vida va a ser una lucha constante. Dotado de una fuerza extraordinaria, el hijo de Zeus y la mortal Alcmena se verá obligado a abandonarlo todo si realmente quiere convertirse en un héroe legendario. Fiel a su tradición, esta es toda la historia de Hércules y de las durísimas pruebas y los peligrosos trabajos a los que tuvo que someterse durante el largo camino que debía llevarle a cumplir su destino.
Nacido en el seno de la antiquísima civilización minoica, el Minotauro ha estado desde siempre vinculado a Creta y, por extensión, a todo el Mediterráneo. Se trata de uno de los mitos más complejos y ricos de la cultura griega. Su pervivencia no solo se debe a la monstruosa criatura híbrida, mitad hombre, mitad toro, sino a todo un universo formado por la ira de Poseidón, el laberinto de Dédalo, los sacrificios humanos, Teseo y el hilo de Ariadna.
Son los celos de Hera, la mujer de Zeus, los que desencadenan la desgracia de Hércules. El héroe, hijo del dios más poderoso del Olimpo, se ve obligado a abandonarlo todo y someterse a los designios del hombre que más odia: Euristeo, rey de Argos. Como penitencia, deberá cumplir las doce difíciles pruebas que se le encomiendan y que parecen imposibles. Hércules es, probablemente, el héroe de la mitología grecorromana por antonomasia y su figura, de fuerza sobrehumana, una de las más populares de la cultura occidental.