Pero mi estrella, Gerry, sigue a un barco oscuro y se topa en la noche con islas invisibles. El viaje de retorno a la materia mece la forma pura y sus pespuntes. Toda la fortaleza del planeta cabe en el corazón minúsculo de un grillo. Islotes es un viaje por el Mediterráneo, por las islas Cícladas, las Jónicas, las Espóradas y el Dodecaneso. Cuando el viento y el mar lo permitían, algunas travesías se han completado a vela. La magia de esos pedazos de tierra rodeados de agua va dejando en uno un rastro permanente. Bajo el mismo cielo azul de la épica homérica y de los primeros pensadores y matemáticos, y de la raíz de nuestro alfabeto y la civilización occidental, uno va descubriéndose de nuevo a sí mismo hasta tal punto que desearía fijarse aquí, como una piedra más, como un islote de este Egeo maravilloso y terrible para seguir mirando el mundo eternamente. (Y la música de Eleni Karaindrou, Ulysses´Gaze, sonando siempre).