Las meditaciones de este libro son una invitación a la escucha profunda, tanto de lo que se oye en una conversación como de lo que se lee en los libros o de lo que se vive en cada circunstancia cotidiana. Son meditaciones que mueven a la oración y llevan a la alegría de ser Iglesia, que invitan a interpretar la realidad y a transformar la vida en experiencia positiva. Se agrupan en ocho capítulos, cada uno de un color, según un cromatismo lleno de significado: el verde de la juventud y la esperanza, el azul del cielo y de los santos, el morado de los tiempos de conversión y profecía, el blanco del matrimonio y de la resurrección, el negro de las realidades más oscuras de la existencia, el amarillo de las estrellas y de la vocación a lo más alto, el rojo de la interioridad y del corazón, y el naranja que dinamiza la creatividad. Con prólogo de Josep Otón.
«¿Extraños amigos?» es un libro escrito por una profesora de ciencias y un sacerdote, que han sido capaces de tender un puente entre los dos y hablarse mutuamente de ciencia y de fe, sin que ninguno haya pretendido convencer al otro ni ganar al lector para su propia causa. Escrito en género epistolar, en un tono distendido y ameno, los autores hablan de temas tan dispares como la creación, el amor, el cielo, el diluvio o el camino hacia la Tierra Prometida, entre otros, poniendo en relación las leyes de la física con las tradiciones del texto bíblico. El texto, fruto del interés mutuo de los autores en las ideas del otro, es un diálogo dirigido a aquella parte de la sociedad que, sin tener por qué perder sus creencias cristianas, se interesa por la ciencia.
Este libro es la plasmación del pulso tomado a la realidad. Las reflexiones que se recogen en estas páginas nacen de la vida vivida, lo que el autor ha tenido oportunidad de ver, leer, escuchar, anécdotas, historias…, y son –o deberían ser– ese corazón de la pastoral, el órgano que impulsa las acciones pastorales y riega todo el cuerpo. Los textos que componen esta obra fueron publicados en Vida Nueva como Pliegos, y en todos ellos hay un hilo conductor: la preocupación por encontrar a Dios en lo cotidiano y cómo las pequeñas cosas del día a día nos ponen directamente en contacto con él. «Gracias, Fernando –escribe en el prólogo Antoni Vadell, obispo auxiliar de Barcelona– , por indicarnos con este libro que anunciar a Jesucristo no es solo hablar de él, enseñar o aprender conocimientos sobre él. Vivir en cristiano no es solo un estilo de vida, practicar un escala de valores, o intentar vivir una moral con una cierta perfección… Vivir la vida cristiana es descubrir a Jesucristo como alguien que me ama y a quien puedo amar aquí y ahora, en la concreción de mi vida cotidiana».