Más allá de sus célebres pirámides y sus ciclópicos monumentos, Egipto es sobre todo vida callejera, comercio, sonidos, olores, aromas, conversaciones y encuentros; una vitalidad sin igual y casi embriagadora, que Hélène Blocquaux, quien vivió tres años en ese país, nos transmite con la mirada lúcida y apasionada de los viajeros genuinos. A través de historias que conforman un coro multifacético de personas y lugares, la autora nos introduce de lleno en la circulación sanguínea de una nación irrepetible.
Fabio Morábito
Lo que descubrió Hélène Blocquaux, después de una ardua investigación, fue una cultura pletórica de trajes, máscaras y rituales; una cultura llena de colores, de lenguaje florido y de público (de todas las clases sociales) que desahogaba sus emociones gracias a las canciones (las que acompañan a cada rudo o técnico al ring); le llamaban la atención el réferi (vendido o leal), las edecanes, los vendedores, en suma, se sintió atraída por un deporte-espectáculo sonoro y colorido donde los golpes sí son reales, aunque muchos espectadores todavía no lo creen. Para ella, la lucha libre define a la perfección lo que es México, un país de gente valiente que nunca se rinde ni siquiera cuando el dolor o el miedo apremia o cuando en la situación más desesperada aparece, como solución, la magia. Guadalupe Loaeza