Este texto tiene, sin duda, aspectos académicos, porque Ottone y Walker son intelectuales y formadores universitarios: en la conversación aparecen libros, autores y citas que ninguna persona que intente comprender el complejo mundo de hoy debería pasar por alto. Pero, sobre todo, se trata de una conversación de dos hombres que desde diferentes frentes han sido testigos y protagonistas de los últimos 50 años de la historia de Chile, con sus dolores, aciertos y derrotas. Estas páginas, por cierto, tienen la racionalidad política, pero –vaya sorpresa he tenido–, espacios emotivos que dejan al descubierto las heridas que Chile parece no curar ni siquiera con el paso de las décadas.
El autor se pregunta: ¿Cómo vivir la fe cristiana en el marco de una democracia pluralista, que reconoce la separación entre Iglesia y Estado?. La pregunta es pertinente dado que, como parlamentario durante 16 años, le correspondió participar del proceso legislativo y aprobar leyes en los denominados «temas valóricos» tales como divorcio, píldora del día después, acuerdo de unión civil, despenalización de la interrupción del embarazo en tres causales, identidad de género, entre otras.