Las páginas de este libro hablan de diagnósticos y de propuestas. Es el sacerdote José Kentenich quien articula en palabras el elemento central de un proceso de secularización ¡la huida de Dios! Sí, ¡el diálogo personal con Dios Padre y creador está fracturado! ¿Y por qué? Faltan testimonios que den cuenta de lo esencial del Evangelio y resumido por Jesús: «Que te conozcan a ti, Padre» (Juan 17,3) Son conferencias dictadas en 1967 a los dirigentes del movimiento de Schoenstatt y que sacan a la luz las corrientes de vida de ese entonces en esa porción de Iglesia. José Kentenich aborda una larga historia recorrida por una corriente vital transitando por un camino seguro: En alianza de amor con María, por Cristo al Padre. Son textos que aportan una lectura del momento de la Iglesia en esta década del siglo 21 y son coherentes con el Concilio Vaticano II. Son para hoy.
El padre José Kentenich nos ofrece meditaciones, no solo para rezar el Rosario sino, para vivirlo. De un modo sencillo se acerca a nuestra vida cotidiana marcada por momentos de gozo, de dolor, de luz y de gloria y nos enseña a asociarnos a la vida de Cristo, tal como lo hizo la Santísima Virgen. De este modo alimentamos nuestra vida de Alianza. El Rosario es el arma poderosa, el infaltable compañero de camino que nos permite evangelizar la familia y renovar el mundo.
Dentro de la coleccfión «Lunes por la tarde», este libro contiene pláticas del Padre José Kentenich a matrimonios de Milwaukee, Estados Unidos, en que nos invita a creer en el amor misericordioso de Dios Padre.
En la serie Lunes por la tarde… continuamos publicando progresivamente las pláticas para matrimonios pronunciadas por el P. José Kentenich entre los años 1955 y 1964 en Milwaukee, Estados Unidos. Este segundo volumen presenta la lucha por la santidad en la vida cotidiana en el contexto de la situación del hombre moderno. En los textos de este tomo se trata de grabaciones magnetofónicas que recogen las palabras del P. Kentenich tal como él las pronunciara. En el proceso de edición se han corregido errores de dicción o impresiones estilísticas y gramaticales que, evidentemente, se dieron por la forma espontánea en que fueron pronunciadas las pláticas. Hemos colocado entre paréntesis los complementos que parecían necesarios para la comprensión del texto. El tono coloquial y la necesidad de retomar el hilo de la plática después de cada digresión dan como resultado un estilo propio y particular, que no hemos querido alterar. De ese modo se ofrece la posibilidad de colocarse en la situación de entonces y y de escuchar, por así decirlo, personalmente al P. Kentenich. Agradecemos al Instituto de Familias de Schoenstatt por su colaboración en la planificación de la serie como también en la edición del presente volumen.
El padre Kentenich nunca deja de sorprender. Su visión de la realidad y ruta de progresión no queda entrampada en un par de décadas pretéritas. Siempre salta entre las líneas una novedad que responde hoy. El 'desafío social' que propuso a comienzos de los años 30, viene como anillo al dedo en esta etapa de resultados de los dos estereotipos –que no tienen por qué ser antagónicos- de una economía centralizada o de una sociedad del bienestar que configuran el perfil de las naciones. Ambos polos en entredicho en un momento de estallidos sociales inesperados y de la globalización impuesta por esa conjunción de proteínas que hemos conocido como COVID-19 o coronavirus. La historia progresiva de la cuestión social es evidente, pero hay temas que aún esperan respuestas que aseguren la dignidad de la persona con más firmeza y la sana articulación de la sociedad. En esas respuestas se sitúa el carisma singular de José Kentenich. Su pensamiento ilumina lo esencial de la biunidad entre hombre y sociedad, entre lo particular y lo público en el horizonte del Evangelio marcado por la libertad y la solidaridad. En definitiva se trata de sacar la fe de la sacristía y de la comarca inmediata hacia un proyecto social convincente. Este libro comienza con una introducción reflexiva de Francisco Gallego, doctor en economía (MIT), investigador y académico de la PUC, dando pistas sugerentes y bien fundadas para leer al padre Kentenich en esta etapa del tiempo. Allí sugiere: «En suma, termino con una invitación a leer este libro, ya casi 90 años después de que el padre Kentenich dictara sus charlas. Más aún en estos tiempos de incertidumbres, nuevas para una buena parte de la humanidad, en el medio de la pandemia del coronavirus. ¡Cuántas preguntas sobre cómo vivimos y nos organizamos surgen de esto! Sospecho que, como el Padre Kentenich esperaría, personas con diferencias formaciones y que vienen de diferentes contextos tomarían elementos diferentes del libro y las aplicarían de modo diferente. Estas pequeñas líneas justamente tratan de ser un ejemplo en esta línea».
Pláticas del Padre José Kentenich en Milwaukee, Estados Unidos, en el que nos da a conocer a María como educadora y nos explica de manera sencilla la alianza de amor.
Un viajero se detiene ante una antigua catedral, la observa, de su maletín saca un martillo y comienza a dar golpecitos a cada piedra. ¿qué pretende? Está verificando si son auténticas. Es el hombre de este siglo, dice el sacerdote José Kentenich. Es una generación que cuestiona la veracidad de las piedras de las viejas catedrales. Y uno de esos monumentos cuestionados es el encuentro amoroso entre el varón y la mujer que funda familia y es cimiento de la sociedad.¿Se puede amar hoy y para siempre? Ese tipo de preguntas plantearon un grupo de matrimonios que se reunían con el padre Kentenich todos los días lunes por la tarde, en Milwaukee, Estados Unidos, durante la primera mitad de la década del 60. Esas conversaciones están recopiladas en más de 20 tomos. Ahora, Editorial Schoenstatt ha traducido uno de ellos, correspondiente a 1961.En estas páginas, el autor asume el tema de la sexualidad en la relación entre un hombre y una mujer unidos por el Sacramento del matrimonio en la perspectiva del Evangelio. Aún más, señala esa vida en común como un hermoso camino de santidad. Los comentarios y aplicaciones de la enseñanza de San Pablo son especialmente valiosos y contundentes. En este libro, mejor dicho en estas «reuniones de lunes por la tarde», el amor conyugal es enaltecido de una manera sorprendente. Por ejemplo dice: «Les repito que no hay otro amor humano que genere una biunidad tan profunda como lo hace el amor conyugal. ¿Por qué? Porque presupone y entraña una de biunidad corporal, psicológica y espiritual. De ahí que también podamos afirmar que no existe otro amor terreno que sea un reflejo tan fiel del Amor Divino intra trinitario como el amor conyugal». Y cómo son «reuniones de lunes por la tarde» tienen el tono de un coloquio donde se se suman situaciones humanas e históricas. Ese tono se ha conservado en la traducción.
En la colección «Lunes por la tarde» se han publicado las conferencias del sacerdote José Kentenich (1885 – 1968) dadas entre los años 1955 y 1964 a matrimonios en Milwaukee, Estados Unidos. El lenguaje sencillo y personal no encubre cuán fundamental es la intención que persigue el padre Kentenich en estas pláticas. Ya antes del Concilio él había tomado una posición ante las cuestiones esenciales, a las preguntas sobre Dios en el mundo actual. Al abordar preguntas concretas de la vida y de la educación, al hacer al hacer suyas las corrientes y acontecimientos del tiempo, él entrega respuestas y facilita a sus oyentes herramientas cercanas a la praxis de su vida concreta. Junto con ello, fórmula lo que ya habíamos expresado en verso en los textos escritos en el campo de concentración de Dachau: «Para que contemplemos la vida con la mirada de Dios y caminemos siempre bajo la luz del cielo». (Hacia el Padre) El tomo 21, «Nuestra vida a la luz de la fe», pregunta por el último sentido de todos los acontecimientos que atañen tanto a la persona individual como a la vida social desde la perspectiva de Dios.El padre Kentenich sabe que las imágenes y los símbolos penetran y plasman -más que las ideas- todo lo que ocurre en la vida de cada día. Por eso él usa la imagen de los viajes espaciales para graficar cómo opera la fuerza de la fe que vence al mundo. Y durante varias tardes se detuvo en el símbolo de las manos, las que hablan de la intervención de Dios en la historia del universo y en la vida humana. El Fundador de la Obra de Schoenstatt está convencido que la certeza de que Dios es nuestro Padre y que nos ama con un amor inexpugnable es una condición esencial de la fe providencialista. La tarea de cada padre de familia es transparentar, aquí en la tierra, la preocupación del Padre, su amor y sabiduría de Padre. El padre Kentenich señala como una tarea primordial para el tiempo actual el empeño por mostrar auténticos padres. Esto está directamente al servicio de la fe.