¿Cuál es el origen de la visión compasiva que el ciudadano tiene de sí mismo, siempre sufriente y engañado? A través de capítulos breves, Mónica Beatriz Bornia nos lleva a reflexionar sobre la responsabilidad que nos cabe respecto de los gobernantes que elegimos y sienta postura respecto de las soluciones posibles para hacer de la sociedad un lugar «vivible». Nos conduce a un espejo que nos mostrará quién es el ciudadano y no quedará margen para la hipocresía, aquella que declama un ciudadano ideal, víctima de gobernantes que lo «traicionan» y de los cuales pretende conductas que él mismo no tiene.
Bajo rostros cordiales y encantadores se ocultan obscenos intereses. Esta obra propone enriquecer el panorama moral y social respecto de las clases corruptas y conduce a los lectores desde la raíz de las formas de razonar del corrupto hasta su pérdida de escrúpulos. De forma llana y clara la autora describe el origen histórico de este flagelo y expone las principales teorías filosófico-humanistas al respecto, insistiendo en la inaplazable necesidad de que nadie quede excluido de este debate.