A. W. Pink

Список книг автора A. W. Pink



    Cristianismo Práctico

    A. W. Pink

    Arthur W. Pink ha sido llegado a conocer como un expositor habilidoso de la Palabra de Dios. Tanto sus obras expositivas como algunas de sus obras doctrinales han estado disponibles por largo tiempo. Sin embargo, su profunda preocupación por un cristianismo experimental y por la vida cristiana práctica no son tan bien conocidas. Sin embargo, él escribió varias series cortas y artículos individuales sobre lo que la Escritura dice en cuanto al hombre interior. Y al escribir estos artículos, Pink explicó las Escrituras de la misma manera penetrante como lo hacía en sus obras expositivas y doctrinales. Su Cristianismo práctico, por tanto, no es una colección de pensamientos piadosos sobre la vida cristiana ni tampoco un sencillo bosquejo de la Escritura sino un tratamiento complete sobre este tema.Por treinta años Pink publicó una revista mensual, Studies in the Scriptures [Estudios de las Escrituras], principalmente de su propia pluma. Es de dicha publicación que la mayoría de sus obras publicadas han sido tomadas. Él escribía un artículo cada mes sobre un tema dado, continuando hasta agotar el significado de ese tema en particular. Varias de estas series eran mantenidas al mismo tiempo, en adición a artículos individuales y notas de estudio. Los capítulos de este libro han sido tomados de los volúmenes tardíos (volúmenes 25–32) de Studies in the Scriptures [Estudios de las Escrituras]. Varían en longitud desde un artículo individual en el original hasta diez o doce artículos de una serie. Todos han sido seleccionados debido a sus temas y han sido organizados aproximadamente por su temática.

    El Espíritu Santo

    A. W. Pink

    Siempre que el cristianismo ha presentado un poder vivificante particular, se ha considerado a la doctrina del Espíritu Santo como uno de los artículos principales de la iglesia, junto con las doctrinas de la justificación y la expiación. El rasgo distintivo del cristianismo, en lo que se refiere a la experiencia del hombre, es la obra del Espíritu, que no sólo lo eleva muy por encima de toda especulación filosófica, sino también por encima de cualquier otra forma de religión.La gran importancia de un estudio con reverencia y oración sobre este tema debería ser evidente para todo verdadero hijo de Dios. Las repetidas referencias que Cristo hizo al Espíritu en Su discurso final (Juan 14:1-16:1-33) insinúan de inmediato esto. La obra particular que le ha sido encomendada proporciona una clara prueba de ello. No hay ningún bien espiritual comunicado a nadie sino por el Espíritu; todo lo que Dios en Su gracia obra en nosotros, es por el Espíritu. El único pecado para el que no hay perdón es el cometido contra el Espíritu. ¡Cuán necesario es entonces que seamos bien instruidos en la doctrina bíblica concerniente a Él!

    La soberanía de Dios

    A. W. Pink

    ¿Quién gobierna todas las cosas?La situación actual exige a gritos un nuevo examen y una nueva presentación de la omnipotencia, suficiencia y soberanía de Dios. Es preciso que desde todos los púlpitos se predique a gran voz que Dios vive todavía, y que todavía reina. La fe está actualmente sometida a la prueba del fuego, y no hay lugar alguno de reposo firme y suficiente para el corazón y la mente sino en el Trono de Dios. Lo que ahora se necesita, como nunca antes, es un énfasis pleno, positivo y constructivo en el hecho de que Dios es Dios. A grandes males grandes remedios. Las congregaciones están hartas de palabras huecas y simples generalizaciones; es preciso que se les de algo concreto y específico. El jarabe tranquilizante quizá pueda servir para los niños de carácter nervioso; pero los adultos necesitan un tónico de hierro, y no conocemos nada mejor para infundir vigor espiritual en nuestro ánimo que una comprensión espiritual del pleno carácter de Dios. Está escrito: «El pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará» (Daniel 11:32).

    Los atributos de Dios

    A. W. Pink

    Un conocimiento transformador del Dios viviente La demanda continua de este libro clásico, escrito por un predicador con un ministerio mundial, durante la primera mitad del siglo XX, demuestra el hambre profunda por un conocimiento salvador de Dios, que está presente en cada generación. Arthur Pink buscó dar a sus lectores, no solo un conocimiento teórico de Dios, sino que los dirigió a una relación de sumisión a Él, conforme a Sus preceptos bíblicos.Este libro de Pink, explora atributos como los decretos de Dios, Su presciencia, soberanía, santidad, gracia y misericordia (entre muchos otros), y los presenta de una manera muy útil para los pastores, maestros, y estudiantes de la Biblia. Pink enseña que, nuestro Dios, Quien es sobre todo nombre, no puede ser encontrado solamente mediante el escrutinio humano, sino sólo puede ser conocido si Se nos revela por el Espíritu, mediante Su Palabra viva.

    Los diez mandamientos

    A. W. Pink

    Aunque puede haber conocimiento de la Ley sin práctica, sin embargo, no puede haber práctica de la voluntad de Dios sin conocimiento. Y para que podamos estar informados de lo que debemos hacer o evitar, le ha placido al Soberano y Juez de toda la tierra prescribir para nosotros leyes para la regulación de nuestras acciones. Cuando de forma miserable desfiguramos la Ley de la naturaleza escrita originalmente en nuestros corazones, de tal manera que muchos de sus mandamientos ya no eran legibles, le pareció bien al Señor transcribir la Ley en las Escrituras, y en los Diez Mandamientos tenemos un resumen de la misma.

    Las bienaventuranzas y la oración del padrenuestro

    A. W. Pink

    La Primera predicación de Cristo parece haber sido resumida en una corta, pero crucial oración, tal como lo fue la de Juan el Bautista antes de Él, «Arrepentíos, porque el Reino de los cielos se ha acercado» (Mateo 3:2; 4:17). No es apropiado exponer en un estudio tan breve aquel tema tan interesante, el Reino de los cielos, pero estas Bienaventuranzas nos enseñan mucho respecto de aquellos que pertenecen a aquel Reino, y sobre quienes Cristo pronunció las formas más sublimes de bendición.Después de todo lo que ha sido dicho y escrito por hombres de Dios sobre la oración, necesitamos algo mejor que aquello que es de origen meramente humano para guiarnos, si es que vamos a cumplir de forma correcta este esencial deber. Cómo criaturas ignorantes y pecadoras han de intentar presentarse ante el Dios Altísimo, cómo han de orar de manera aceptable a Él y cómo han de obtener de Él lo que necesitan, tan sólo puede ser descubierto a medida que el gran oyente de las oraciones se complace en revelarnos Su voluntad. Desde los tiempos más antiguos ha sido llamada «la Oración del Padre Nuestro», no porque sea una oración que Cristo mismo le dirigió al Padre, sino porque fue provista con gracia por Él para enseñarnos, tanto la manera como el método para orar y los asuntos por los cuales orar.

    Cómo beneficiarse de la palabra

    A. W. Pink

    ¿En qué consiste el beneficiarse verdaderamente de la Palabra? ¿No nos da 2da. Timoteo 3: 16-17 una respuesta clara a esta pregunta? Leemos allí: «Toda Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.» Obsérvese lo que aquí se omite: la Santa Escritura nos es dada, no para la gratificación intelectual o la especulación carnal, sino para prepararnos para «toda buena obra», y para enseñarnos, corregirnos, instruirnos. Vamos a esforzarnos en ampliar esto con la ayuda de otros pasajes.

    Los atributos de Dios

    A. W. Pink

    Este libro de Pink, explora atributos como los decretos de Dios, Su presciencia, soberanía, santidad, gracia y misericordia (entre muchos otros), y los presenta de una manera muy útil para los pastores, maestros, y estudiantes de la Biblia. Pink enseña que, nuestro Dios, Quien es sobre todo nombre, no puede ser encontrado solamente mediante el escrutinio humano, sino sólo puede ser conocido si Se nos revela por el Espíritu, mediante Su Palabra viva.

    Consuelo para los creyentes

    A. W. Pink

    Dios tiene un pueblo, objeto de su favor especial, una compañía a los que ha tomado para tener una relación íntima consigo mismo de tal manera que los llama «pueblo mío». Muy a menudo ellos se sienten desconsolados debido a sus inmundicias, las tentaciones de Satanás, el trato cruel del mundo o el pobre estado de la causa de Cristo en la tierra. El «Dios de toda consolación» (2 Corintios 1:3) es muy tierno hacia ellos, y es Su voluntad revelada que Sus siervos venden al corazón roto y derramen bálsamo de Galaad en sus heridas. ¡Qué causa tenemos aquí para exclamar «¿Qué Dios como tú?»! (Miqueas 7:18), al que ha provisto el consuelo para aquellos que anteriormente fueron rebeldes contra Su gobierno y transgresores de Sus leyes.