Segunda parte de la trilogía sobre la «sexuación del dinero» integrada por El sexo oculto del dinero y Las negociaciones nuestras de cada día. Hablar del dinero en la pareja es hablar de algo más que de una gestión administrativa. Es colocarnos como observadores justo en el punto de intersección donde se cruzan las pasiones individuales, los mandatos sociales y las elecciones ético-políticas que cada uno adopta en sus comportamientos. Es explicitar el poder, desmitificar el amor, desnudar ideologías, despertar fantasmas y destapar resentimientos. Pero es también y fundamentalmente una de las maneras privilegiadas para desenmascarar las múltiples hipocresías en las que están enredados los hombres y las mujeres, privándose de disfrutar con plenitud de un intercambio más libre, más creativo, más enriquecedor y sobre todo más solidario.Han pasado 32 años desde la primera edición de El dinero en la pareja y son muchos los cambios políticos, sociales y culturales que se sucedieron en las últimas décadas. Entre ellos, es innegable que se incrementó el número de mujeres que accedieron al dinero y también al poder. Sin embargo, la independencia económica que muchas de ellas lograron no siempre significó una real autonomía; tampoco el acceso al poder por parte de algunas se tradujo en una modificación del modelo patriarcal imperante. A pesar de los esfuerzos de aquellos grupos que luchan por una sociedad más solidaria, el modelo patriarcal sigue imponiendo su impronta en el proceso de socialización tanto de los hombres como de las mujeres. Este es uno de los motivos profundos por el cual dicho modelo —jerárquico, autoritario y discriminatorio— es repetido por algunas mujeres cuando acceden al dinero y al poder. En mi trabajo me ha guiado la lucha por desentrañar todo aquello que nos impide, a las mujeres, ser verdaderamente autónomas en el mundo de hoy. He comprobado que muchos de esos obstáculos, aunque con signo distinto, también someten a los hombres. Me gustaría creer que mi trabajo pueda contribuir a mejorar la calidad de vida de las mujeres, la de los hombres y la de las relaciones mutuas…me gustaría creer que eso contribuiría a mejorar nuestras vidas y nuestro entorno. (Clara Coria) La obra de Clara Coria ha contribuido a cambiar la vida de mujeres y hombres y ha coadyuvado a destrabar relaciones de pareja. Clara Coria devela que las personas no tenemos conciencia sobre la complejidad y la trascendencia del dinero y el peso que tiene en la problemática económica y, mucho menos, de su impacto en esferas de la vida como la sexualidad, la afectividad, la subjetividad, falsamente experimentadas como inconexas y alejadas del dinero. (Marcela Lagarde)
The Secret Sex of Money throws the spotlight on female forms of dependence such as Money, Sex, Power and Subordination. As has always been the case, economic independence is no guarantee of a woman's autonomy. This book offers a lucid analysis of money from the Western perspective of relationships between women and men in the context of a patriarchal culture; relationships that are sometimes governed by power and domination, even in the innermost recesses of our daily lives. Clara Coria denounces the discrimination that women face in their acquisition, management and production of money. A controversial book that provides an insight as to how power relations between men and women are expressed, even in the most intimate aspects of everyday life. Indispensable for understanding the sensitive issues that profoundly affect both sexes.The Secret Sex of Money takes a fresh integrated approach to examining the relationship between women and men and demonstrates how, confined within the walls of a patriarchal model, power relations force women to bring up the rear. A book that reveals the hitherto unexplored implications of money management in the realm of the couple.Work published under the «Sur» Support Program to Translations of the Ministry of Foreign Affairs, International Trade and Worship of the Argentine Republic.
Tercera parte de la trilogía sobre la «sexuación del dinero» integrada por El sexo oculto del dinero y El dinero en la pareja. Han pasado 25 años desde la primera edición de Las negociaciones nuestras de cada día y el mundo ha seguido hundiéndose en luchas cada vez más tortuosas en pos de poderes absolutos que casi siempre han pretendido disimularse bajo las «mejores intenciones». Las interminables negociaciones con las que se pretende resolver intereses contrapuestos se arropan con el manto de la paz pero sostienen valores éticos faltos de solidaridad. Siguen siendo negociaciones que privilegian la astucia en beneficio de unos pocos, en lugar de encontrar un punto de equilibrio para satisfacción de todos. El modelo patriarcal —jerárquico y favorecedor de privilegios— sigue gozando de buena salud tanto en el ámbito de lo social como en el de la subjetividad, sea esta femenina o masculina. Sin ninguna duda han habido cambios en nuestro complejo mundo actual que, si bien no abarcaron a todo el planeta, mejoraron la condición de las mujeres. Pero muchos de esos cambios suelen ser solo modificaciones cosméticas que siguen coexistiendo con viejas concepciones del modelo patriarcal disimuladas bajo sofisticadas y aparentes escenarios de libertad. La liberación femenina no consiste en imponer la sumisión masculina sino que se trata de revisar en profundidad los valores éticos sobre los que se asienta la organización social y, como consecuencia, la conformación de la subjetividad y el vínculo solidario entre los géneros. Apostar no solo por un mayor equilibrio de lo femenino y lo masculino en la sociedad contemporánea, sino que «…mujeres y hombres se vean tentados a cambiar el modelo y se sientan menos temerosos de compartir la vida de una manera menos violenta y más equitativa».
Históricamente, la sexualidad femenina ha sido un tema difícil, casi tabú.Más aún, si se trata de abordar el tema en mujeres que han sobrepasado el umbral de la menopausia, que suelen ser marginadas de la vida social y sexual debido a que ya cumplieron con los mandatos que la sociedad asigna al género femenino: ser madres y esposas.En las últimas décadas, en las sociedades occidentales se produjeron cambios significativos en estas posturas y hoy muchas mujeres de sesenta y más se sienten con mayor libertad para disfrutar plenamente de su vida y de su sexualidad. Sin embargo, aún persisten los mitos y prejuicios en torno a estos temas. Uno de los más comunes es el que sostiene que el deseo y el goce femenino finalizan con la menopausia. Esta suposición, muy extendida, no tiene nada de cierto.Desde una perspectiva de género, EROTISMO, MUJERES Y SEXUALIDAD – DESPUÉS DE LOS SESENTA pone en cuestión los relatos sobre la femineidad y el sexo que todavía circulan y estigmatizan a las mujeres.Con el aporte de diversos testimonios, Clara Coria nos acerca un libro imprescindible que desafía muchos postulados de nuestra sociedad actual. Novedoso y ágil, le propone a la mujer de hoy alternativas para pensar(se) en torno a la sexualidad y el erotismo.Esta nueva edición incluye un nuevo capítulo en el que Clara Coria se propone desenmascarar el motivo profundo que pone en marcho el atentado simbólico que deja a las mujeres excluidas de su propio erotismo.
Dinero… Sexo… Poder… Subordinación… todos ellos temas desmenuzados con valentía en este texto revelador sobre las formas de la dependencia femenina. Para la mujer de hoy —y de siempre— la independencia económica no es garantía de autonomía. Análisis lúcido del dinero en la perspectiva de las relaciones existentes entre mujeres y hombres en la sociedad occidental en el marco de una cultura patriarcal; relaciones que a veces son de poder y dominio incluso en los intersticios más íntimos de nuestra vida cotidiana. Denuncia de la marcada discriminación sexual respecto a la adquisición, administración y reproducción del dinero.Libro polémico que permite comprender los modos en que se expresan las relaciones de poder entre hombres y mujeres aún en los aspectos más íntimos de la vida cotidiana. El dinero en la pareja, la división del trabajo en la familia, las dificultades en el cobro de los honorarios profesionales, los sentimientos de culpa que provocan ciertas prácticas económicas, la necesidad imperiosa de ser altruistas en el caso de las mujeres, o la trampa cultural que impone a los hombres ganar mucho dinero como demostración de su virilidad; todos ellos temas esenciales que afectan de modo muy diferente a las mujeres y a los hombres. Todo ello se inscribe en el marco de una cultura patriarcal, que impone una marcada discriminación entre hombres y mujeres. Una obra imprescindible para comprender ciertas cuestiones delicadas que afectan profundamente a ambos sexos.
Nuestra cultura tiende a situar la «edad de la madurez» en un lugar de invisibilidad que poco a poco se desliza hacia la marginación. Vivimos una época en la que los cambios no piden permiso para instalarse y la realidad, que se impone independientemente a nuestros deseos, ha puesto en evidencia que ya no existen garantías de que se pueda recorrer la madurez de acuerdo a lo previsto y cumpliendo lo que la sociedad consideraba previsible.Son los tiempos de la «no juventud», que quedaron marginados del imaginario colectivo por el simple hecho de haber dejado de ser joven. El efecto más pernicioso de esta descalificación sociocultural reside en un proceso de autodescalificación que poco a poco se va infiltrando en lo más profundo de nuestra subjetividad. Son tiempos para los cuales no hay proyectos porque estaban incluidos en un espacio de la vida que había sido previamente descalificado, desvalorizado y vivido como si fuera un estigma. En esta nueva entrega, Clara Coria propone revisar el «guion» sobre el cual se instalan los proyectos vitales, especialmente de las mujeres que cruzan la frontera de la mediana edad, y nos advierte que la vida es una perpetua aventura que nos plantea nuevos desafíos de forma permanente. Las personas que llegan a la madurez en buenas condiciones físicas y psíquicas disponen, paradójicamente, de mucho más tiempo del que disponían en su juventud: «tiempos disponibles» que presentan el desafío de asumir una libertad para la cual no fueron preparadas. Una nueva oportunidad para indagar nuevas experiencias y aceptar el desafío de reinventar horizontes que ponen a prueba nuestra flexibilidad para los cambios. Un desafío para recorrer aventuras en la edad de la madurez. Aventuras cuyo sentido no está en la forma en que estamos acostumbrados a pensarlas desde el modelo juvenil, sino en la excitación que provocan los desafíos frente a lo desconocido, independientemente de las formas que, ellas sí, son las que suelen cambiar con el tiempo.