Los Evangelios sorprenden desde el comienzo por su forma narrativa. Aunque dejan en la sombra muchos pasajes de la biografía de Jesús, a veces informan detalladamente de su vida cotidiana, presentando frecuentemente su enseñanza en forma de alegorías. El inmenso interés del método interpretativo de Omraam Mikhaël Aïvanhov consiste en considerar estos relatos cortos, reales o simbólicos, como datos de situaciones psicológicas. Las diez vírgenes invitadas a las bodas del Esposo, el propietario rico pidiendo cuentas a su administrador, el patrón que va a alquilar obreros para su campo, así como los discípulos aterrorizados por la tempestad despertando a Jesús dormido en la barca, la cuestión del impuesto al César… quedan desprovistos de su carácter eventual y pintoresco, es decir, externo y de limitada proyección, convirtiéndose en realidades constantes de nuestra vida interior en el seno de la cual se enfrentan y se reconcilian las fuerzas antagónicas espirituales y materiales.
"Existen numerosas interpretaciones del Apocalipsis, pero yo creo que ninguna ha conseguido aún alcanzar verdaderamente el fondo. ¿Por qué? Hay varias razones aunque la principal es no haber comprendido que en el Apocalipsis lo esencial es la descripción de los elementos y de los procesos de la vida interior y de la vida cósmica. Por contra, se ha buscado la relación con personajes, con países y con acontecimientos históricos. Evidentemente, se han cometido innumerables errores con los cuatros jinetes, la bestia de las siete cabezas y diez cuernos, la mujer coronada de estrellas, la gran prostituta y la nueva Jerusalén. En este libro os propongo diversas interpretaciones sobre algunos pasajes del Apocalipsis, pero sabed que no os beneficiaréis de ello si antes no habéis trabajado en la adquisición de las verdaderas bases de la vida espiritual. Todos estos símbolos no bastan para la comprensión intelectual; hay que saber vivificarlos en uno mismo. Y si previamente no habéis realizado un trabajo de purificación, de dominio personal y de elevación interior, seguiréis sin acceder a las maravillas del Apocalipsis".
"Vivimos en una civilización que nos exige saber leer y escribir, lo cual está muy bien, porque siempre se necesitará leer y escribir, pero estas dos actividades hay que saberlas ejercer también en otros planos. En la Ciencia iniciática, leer significa ser capaz de descifrar el lado sutil y escondido de los objetos y de las criaturas, interpretar los símbolos y los signos colocados en todas partes por la Inteligencia cósmica, en el gran libro del universo. Y escribir, significa marcar este gran libro con el propio sello, obrar sobre las piedras, las plantas, los animales y los hombres a través de la fuerza mágica del propio espíritu. Por consiguiente no es sólo sobre el papel que hay que saber leer y escribir, sino en todas las regiones del univérso"
"No hay que buscar en esta obra de Omraam Mikhaël Aïvanhov los elementos pertinentes a un manual de astrología. El zodíaco que nos presenta es el Libro de los libros, aquél en el que todo está escrito. Las constelaciones y los planetas son signos jeroglíficos, caracteres sagrados, cuya comprensión nos revela la creación del mundo y del hombre, su evolución común, la identidad de su estructura. Y todo ser consciente de su pertenencia universal siente la necesidad del trabajo interno a realizar para encontrar en sí mismo la plenitud del orden cósmico del cual el círculo del zodíaco es el símbolo perfecto".
"Los humanos buscan los poderes, la riqueza, los conocimientos, el amor… Pues no, es la vida lo que deben buscar… Diréis : « Pero ¿ por qué buscar la vida ? La tenemos. Lo que debemos buscar es lo que no tenemos.» Estáis vivos, es verdad, pero desde el mineral hasta Dios pasando por los vegetales, los animales, los hombres, los ángeles, la vida tiene grados. No es suficiente vivir, debemos preguntarnos cuál es la vida que vivimos. Todos los temas que abordéis, todas las actividades que emprendáis sólo os aportarán algo si habéis comprendido la realidad esencial : la vida. Sea lo que sea lo que tengáisque hacer en el transcurso de una jornada, procurad que vuestra disposición de espíritu sea tal que os permita sentir circular en vosotros la vida divina, y que a través vuestro vivifique también a todas las criaturas… Cuando el hombre toma conciencia de que es el depositario de la vida divina, la Madre Naturaleza lo considera un ser inteligente, un verdadero hijo de la luz, y le abre sus puertas, le da vestidos de fiesta para que participe en sus festines y en sus misterios".
La sexualidad es una tendencia egocéntrica que sólo impulsa a buscar el placer, incluso si es en detrimento de los demás. Por el contrario, el amor piensa primero en la felicidad del otro, está basado en la abnegación y el sacrificio : sacrificio del tiempo, de fuerzas, de dinero, e incluso sacrificio de la propia satisfacción para ayudar al otro, para permitir su expansión y desarrollar todas sus posibilidades.Nada es más bello que el amor, cuando estáis dispuestos a privaros, a renunciar a todo lo que poseeis o a lo que más os gusta. Y la espiritualidad justamente comienza allí dónde el amor domina la sexualidad, cuando el hombre o la mujer quiere arrancar algo de si mismo para el bien de otro. Sólo el que es capaz de sacrificio es capaz de amar.
"Los agricultores fueron los primeros moralistas. Cuando no siembran, no esperan ninguna cosecha, y si plantan lechugas, saben que no recolectarán zanahorias. ¿ Por qué entonces un hombre que siembra el odio y la discordia, puede esperar recolectar el amor y la paz? Para tener un palacio de mármol, no se utilizan ladrillos. Para tener un cuerpo sano, no se absorben alimentos putrefactos. ¿Cómo tener pues un psiquismo sólido, resistente, una inteligencia clara y un corazón generoso, si no cesamos de engendrar sentimientos y pensamientos desordenados, envenenados por la avidez o el rencor? Hay que hacer una selección en sus pensamientos y sus sentimientos como para la alimentación y la construcción de una casa… Las leyes que rigen nuestro psiquismo son las mismas que aquéllas que han sido descubiertas en los otros ámbitos de la naturaleza y de la técnica. Ni los hombres, ni las sociedades han inventado la moral; la moral está inscrita en toda la naturaleza, es la prolongación de las leyes naturales en nuestro psiquismo".
"Lo más notable del Maestro Peter Deunov, lo que hacía de él un ser absolutamente especial, era la vida espiritual que emanaba de él y que, como rayos de luz, venía a penetrarnos. Porque el resplandor que produce un ser de una gran vida espiritual es algo vivo, un mundo habitado por entidades muy puras, que impregna a todos aquellos que se acercan a él y hace un trabajo sobre ellos. Muchos creen que lo esencial es la palabra de un Maestro, la sabiduría que transmite, y que si no dice nada, no aprenden nada. Pues bien, es un error; aunque no hable, el resplandor que emana de él os comunica algo de su luz y de su fuerza. Esto es lo que comprendí del Maestro. Lo más importante no era la Enseñanza que nos transmitía con su palabra, sino la intensa vibración de su espíritu que penetraba en nosotros…"
"Conócete a ti mismo …" Esta fórmula inscrita en el frontispicio del templo de Delfos, ¿Cuántos han sabido verdaderamente interpretarla? Cada uno sólo conoce de sí mismo algunas aspiraciones, algunas buenas o malas tendencias, y dice: «Yo me conozco». Pues no, no se conoce, no sabe ni quién es, ni lo que necesita para realizar su verdadera naturaleza. Y la pobre evidencia es que no sabe quién es ese "tu mismo ", lo confunde a menudo con el cuerpo físico. Para el discípulo de la Ciencia iniciática, conocerse, es arrarcar su conciencia del círculo limitado de su naturaleza inferior, a fin de fundirse en la conciencia ilimitada del Ser cósmico que vive dentro de él, que trabaja en él, hasta que por fin podrá decir: " Yo, soy Él "
"Cuando nos concentramos en el sol, que es el centro del universo, nos acercamos a nuestro propio centro, a nuestro Yo superior que es nuestro sol;nos fusionamos con él y poco a poco llegamos a ser como él. "Pero concentrarse en el sol, es también aprender a movilizar todos nuestros pensamientos,todos nuestros deseos y todas nuestras energías para la realización del más alto ideal. El que trabaja para unificar la multitud de fuerzas caóticas que tiran de él en todos los sentidos, con el fin de lanzarlas en una única dirección, una dirección luminosa y saludable, se convierte en un foco tan poderoso que es capaz de irradiar a través del espacio. Sí, el hombre que llega a controlar las tendencias de su naturaleza inferior, puede beneficiar a toda la humanidad, y se vuelve como el sol. Vive en una tal libertad, que ensancha el campo de su conciencia a todo el género humano, al que envía toda la sobreabundancia de luz y de amor que brotan de él… «Es necesario que haya cada vez más, en la tierra, seres capaces de consagrarse a este trabajo con el sol, porque sólo el amor y la luz transformarán a la humanidad».