La Imitación de Cristo es posiblemente el libro más editado -y por consiguiente leído-, después de la Biblia, de toda la literatura cristiana. Magnífica muestra de la espiritualidad de la escuela medieval conocida como la devotio moderna, la mayor parte de los estudiosos, y la tradición, atribuyen la autoría de esta obra a Tomás de Kempis, hasta el punto de que la obra es conocida, también, como «el Kempis». «El Kempis» ha sido editado y leído por millones de lectores. Cabe preguntar: ¿por qué este fenómeno multitudinario durante siglos? Por su sencillez y su unción devota, por su mesura dentro de sus exigencias radicales, por su insistencia sobre el recogimiento y cultivo suave de la interioridad. Esta obra es un clásico de la literatura espiritual cristiana que siempre se leerá. La misma sequía de vida interior que sufrimos hará volver a muchos, incluso a los no cristianos, a buscar en sus páginas una palabra de paz.
Subida del Monte Carmelo es una de las obras más importantes de Juan de la Cruz, que combina verso y prosa para expresar la unión mística del alma con Dios. La ascensión al Monte Carmelo equivale al camino que ha de recorrer el alma para alcanzar el alto estado de la perfección, lo que denomina unión del alma con Dios. Los poemas iniciales y el esquema original del monte dibujado por el santo, sintetizan la doctrina que posteriormente desarrolla en el libro.
Agustín santo obispo de Hipona
Esta obra recoge Las Confesiones de san Agustín, consideradas por lectores y estudiosos como uno de los clásicos más importantes de la espiritualidad occidental desde su publicación hasta nuestros días. En ellas han visto un exponente autorizado, fidedigno, del modo como los cristianos de cultura principalmente mediterránea y, luego, centroeuropea han entendido y llevado a la práctica la repercusión de su credo en la vida. Las Confesiones, en concreto tres, constituyen un diálogo con Dios, cu ya misericordia, providencia y esplendidez reconoce, confiesa y alaba Agustín. Son también un testimonio simultáneamente personal, apostólico y doctrinal dirigido a los fieles de la Iglesia católica.
Teresa de Lisieux recoge en esta obra sus escritos y su vida. De esta santa no puede medirse el grado de su santidad, pero puede comprobarse que se ha hecho popular y es estudiada e incluso admirada por grandes teólogos. Teresa propone una alta santidad, pues no hay «santidad grande y santidad pequeña» como se ha dicho a veces; la que se vive en la sencillez es la «que me parece la más verdadera, la más santa, la que yo deseo para mí», escribió. La autora no parte de teorías o exposiciones abstractas, sino que arranca de su propia experiencia. Los escritos principales de la santa pueden resultar de gran utilidad a muchos creyentes, a quienes buscan un Dios comprensivo con nuestra debilidad y miseria, a quienes desean una orientación para llevar en la práctica una vida de entrega generosa según las exigencias del evangelio.