A lo largo de la obra el autor aborda y desarma algunos temas que son nodales: la famosa «conciencia de enfermedad» como medida diagnóstica, las nosografías, sus usos y derivas, los espacios de supervisión y los ateneos, etc. Como no le resulta suficiente el vocabulario, crea permanentemente palabras para tensar la descripción. Un verdadero placer para quien disfruta de reminiscencias carrollionas. Al estilo de las muñecas rusas, este texto sobre lo maniocomial en un servicio de salud mental de un hospital general contiene otro: un debate abierto sobre los usos y prácticas del lenguaje psicoanalítico y sus actores. Es posible y bienvenido que incomode.