Este libro es una exploración acerca del interés que mostraron los radicales, masones en su mayoría, por impulsar y promover proyectos de beneficencia, de asistencia social y médica, como política pública, en el Estado Soberano de Cundinamarca durante el Olimpo Radical. Esfuerzos que se concretaron en octubre de 1869 con la erección de la Junta General de Beneficencia, entidad pública que tuvo a su cargo el Lazareto de Agua de Dios, y en Bogotá la Casa de Beneficencia, el Hospital de Caridad, el Asilo de Locos y el Hospicio de Niños. Establecimientos que adquirieron un carácter público-estatal, así como una reorganización administrativa y financiera laica. La participación de los masones en la Junta de Beneficencia fue determinante entre 1869 y 1878, período en el que fueron miembros de la Junta, síndicos y administradores de los establecimientos y motor esencial de colectas públicas encaminadas a su financiación. Para poder reconstruir tal cuadro, se revisó, analizó y criticó la bibliografía existente, y se adelantó una cuidadosa investigación en la prensa de la época.