"Tengo la esperanza de que este libro sirva a una decidida cooperación con la verdad… He buscado afanosamente abrir en él ventanas por las que asomarse a la verdad del Evangelio. Y al escribirlo he pretendido despertar en los lectores deseos de cooperación, de participación, de ayuda para que cunda por el mundo el amor que el Señor nos ha encomendado como su mandamiento nuevo".
Joseph Ratzinger ofrece aquí una reflexión para cada día del año, tratando en cada caso alguna de las grandes cuestiones de la vida cristiana: la fe, la esperanza y la caridad, el sentido de la muerte y la perennidad del mensaje evangélico, los valores cristianos ante la sociedad tecnológica, el nacimiento y la Pasión de Cristo, el cielo, el purgatorio y el infierno, la actitud intelectual de los católicos, el sentido del dolor, la proyección del Concilio Vaticano II en la Iglesia, etc. Porque «sin verdad no se puede obrar rectamente… La voluntad de verdad, su búsqueda humilde, la disposición para aprenderla es el supuesto fundamental de toda moral».
Según el autor, hay tres hechos de enorme importancia en el contexto europeo, que repercuten en la historia reciente en todo el mundo: los cambios del mapa europeo tras la Primera Guerra Mundial, con el derrumbamiento de las monarquías de Europa Central y de la Rusia zarista; la división de Europa en dos bloques -liberalista y marxista- tras las Segunda Guerra Mundial, y la descomposición de la ideología marxista. Liberalismo y marxismo coincidían en negar a la religión el derecho y la capacidad de plasmar el futuro común de la humanidad, pero la segunda mitad del siglo XX ha puesto en evidencia que no puede construirse el futuro de la humanidad a espaldas de la religión.
En este libro, Ratzinger busca aclarar los fundamentos inalienables de Europa, de una profunda identidad cristiana. Para ello, tras analizar los problemas morales de nuestra época, analiza qué debe hacer la Iglesia -y qué no- ante la falta de paz y de justicia.
¿Cómo se originó Europa y cuáles son sus fronteras? ¿Quién tiene derecho a llamarse europeo y a entrar en la nueva Europa? El autor subraya las raíces espirituales de Europa, que definen su compromiso por promover la paz dentro y fuera de sus fronteras. Sin ese fundamento espiritual, el vínculo se reduce al interés económico, a una política interior ocasional y a una vaga acción exterior.
En diversas conferencias recogidas en este volumen, Ratzinger explica qué es Europa y qué la mantiene unida, qué criterios se exigen para que una acción política sea correcta y cómo preservar la paz.
Los tres artículos reunidos en este breve libro surgen por motivos muy distintos, pero en el fondo de todos ellos late un mismo mensaje. Ratzinger aborda la conexión entre libertad individual y justicia social, conciencia y verdad, o democracia y Estado, en un mundo en el que la subjetividad y el poder de la mayoría pretenden relegar a los valores absolutos.
En el curso de la lúcida argumentación del autor, dos principios básicos «la verdad y el bien» se alzan como fundamento y garantía de una conciencia recta, de la libertad y los derechos humanos, y de una sociedad justa y pluralista.