«Leo y Andrés se sacan sus lentes de „lo ordinario“, los pulen como Spinoza –aquel gran maestro del siglo XVII–, y desde esas nuevas perspectivas observan con una gran profundidad las realidades de los procesos en las relaciones de ayuda (y en definitiva de cualquier encuentro), pero no se las reservan para sí, sino que las hacen salir de sus dispositivos, para entregárnoslas en estas páginas. Sí, fui un afortunado testigo que vio cómo una idea despertaba otra, cómo una emoción habilitaba un clima de empatía, cómo una inquietud daba lugar a una búsqueda común. Preguntas, intuiciones, análisis, reflexiones, emociones, sentimientos, silencios… Estamos frente a una obra que es un ida y vuelta, un círculo virtuoso, un cambio permanente de lentes entre Leo y Andrés, un zambullirse en «las aguas de la vida», y que nos brinda la posibilidad de nadar junto a ellos» (Del prólogo de Eduardo Daniel Rodríguez).
"Andrés dice estar convencido de que la mayoría de los problemas y conflictos del ser humano son de naturaleza filosófica, más que psicológica. Dicho desde mi punto de vista, el mundo de la psicología y las diferentes formas de relación de ayuda, tienen ante sí el desafío de evocar más los valores como claves de afrontamiento de las dificultades. El mundo del malestar del ser humano no se agota en lo emocional. Su abordaje y eventual superación no se queda en la mera validación del mundo de los sentimientos. Los valores son potenciales sanadores del ser humano sufriente y de los grupos que atraviesan conflictos". Del prólogo de José Carlos Bermejo.