En la madrugada del 17 de septiembre de 1976, Emilce Moler, de diecisiete años, estudiante secundaria, fue secuestrada de la casa de sus padres, en La Plata, por hombres armados pertenecientes al Ejército Argentino. Estuvo detenida-desaparecida durante seis meses, más tarde presa en la cárcel de Villa Devoto y finalmente bajo libertad vigilada, hasta los veinte años. Es sobreviviente de lo que dio en llamarse «la Noche de los Lápices», ya que, efectivamente, su secuestro y posterior cautiverio –incluido todo el calvario imaginable– fueron parte de la suerte infausta que corrió ese grupo de adolescentes que eran sus compañeros de estudio y de militancia. Este, su primer libro, está compuesto por relatos breves basados en sus propias experiencias y en sus escritos desde la cárcel. Es un testimonio en carne viva y a la vez una reflexión en voz alta sobre esta historia, que no es solo la de ella sino la de toda su generación: las pasiones de aquellos años, la frescura (distinta a la «inocencia») con que estos adolescentes abrazaron sus ideales y los riesgos asumidos. También, es una respuesta a las nuevas generaciones en democracia. Por lo pronto, un mérito incontrastable de este libro es narrar los hechos más terribles con una espontaneidad y sinceridad en las que resplandece aquella chica de diecisiete años, portadora de una verdad que todavía nos interpela.
"Son pocas las sobrevivientes que, después de relatar una y otra vez ante la Justicia el horror, terminaron escribiendo su propia historia de vida. Es decir, no solo lo que percibieron a través de sus sentidos, como les piden los jueces a los testigos, sino también lo que sintieron después. Y cómo ven ahora la película de su existencia". MARTÍN GRANOVSKY, del prólogo del libro