Vicky, con diez años, sigue divirtiéndonos con más cuentos. Nos transmite su cuota de dulzura e imaginación con sus relatos, nos cuenta lo que la ocupa durante una tarde en la cocina, entre taza y taza de leche. Con relatos inspirados en la vida cotidiana y otros más surrealistas, esta niña nos llevará a viajar y disfrutar de su mundo.
Una amiga del colegio debe emigrar por el trabajo de sus padres; una nena amante de las plantas supera el hecho de que una tormenta le arrancó algunas; el impacto que reciben un par de abuelos cuando se enteran de que van a tener una nieta. Vicky nos comparte sus relatos para que otros nenes cuenten con la compañía de su dulce discurso, especialmente durante el solitario desafío de irse a dormir.
"Que los papás tengan cuentos para contarles a sus hijos", fue una de las motivaciones que empujó a Vicky a comenzar este libro de cuentos cortos para niños.
En este libro Victoria relata en forma de cuento, una serie de dramas infantiles: el primer día del jardín de infantes de un niño, la realidad de una madre que debe salir a trabajar cuando su hija aún es una bebé, un cumpleaños que no salió exactamente tal como se esperaba, sumergirse por primera vez en una piscina profunda, etc.
Con una impronta dulce y enfoque infantil, resuelve las historias con final feliz.