Como sostiene Edward Bach, ser terapeuta -en cualquier rama- es una vocación, y los terapeutas, más que elegir, son elegidos para esta tarea. Pero también se requiere una cierta preparación para el oficio. Los talentos son dones recibidos, mas no alcanzan a ser herramienta suficiente si no van acompañados por el cultivo de las habilidades y valores propios, en este caso del campo terapéutico floral, y de una práctica que nunca es sobrada. Este libro refleja el trabajo desarrollado por el autor en torno de la experiencia clínica con esencias florales a lo largo de casi 40 años. Con indudable criterio didáctico, se presenta en tres partes. La primera está destinada a la doctrina diagnóstica, la segunda a la prescriptiva, y en la tercera se incluye un conjunto de diversos escritos sobre clínica y terapéutica, que hacen referencia a conceptos muy necesarios a considerar en el tratamiento con esencias florales. Los instrumentos de los cuales se vale el terapeuta para hacer su labor son los remedios florales. Los remedios curan, pero es la relación la que sana a través de ellos. Muchas personas son capaces de prescribirlos luego de un entrenamiento adecuado, pero no todas están preparadas para ser terapeutas. Ser oficiante demanda saber el oficio, y el oficio del terapeuta floral no se reduce a curar, sino que consiste en sanar, ser facilitador del plan de la evolución.
El Complejo Materno, tal cual funciona en la actualidad, como una estructura arquetípica del espíritu humano, ha sido construido por el patriarcado como una fuerza de la cual se vale para reproducir su ideología y mantener la lealtad de las personas, al orden que impone. De esta manera, el complejo materno es una máscara del orden patriarcal y la disolución de su protagonismo, en la vida de cada quien, supone la posibilidad de liberarse de modos de ser y relaciones que no hacen más que reproducir modelos de desdicha y represión del placer. En ese sentido, las relaciones clandestinas, todas aquellas ajenas a la moral del Complejo Materno, representan oportunidades de recorrer caminos de individuación. Configuran momentos iniciáticos de la vida, nuevos comienzos que posibilitan alcanzar la realización en amor y libertad. Este libro habla del Complejo Materno, de las relaciones clandestinas, de la ideología patriarcal ,de la historia de los vínculos en la vida de cada uno de nosotros, de la represión del deseo, de la interdicción de la sexualidad, el placer y el goce, de la memoria del cuerpo, de la devastación de la mujer, del desamparo del hombre, de los modelos de identidad y de elección de pareja y del paso arquetípico de Luna a Afrodita, en la mujer, y de Apolo a Dionisio, en el varón. Y lo hace con un estilo que atrapa al lector entre sus páginas, a la par que va cuestionando sus creencias.
La hamaca (o columpio) es una imagen que expresa la dinámica de la bipolaridad: el subir y bajar, una y otra vez, sin poder detener el vaivén emocional. Este libro presenta, en primer lugar, el desafío de plantear nuevos y provocadores interrogantes acerca de este sufrimiento. La idea esencial en la que se basa el autor es que la inestabilidad es una actividad natural del organismo; pero, bajo ciertas circunstancias y en determinadas personas, esa oscilación puede despenarse hacia el trastorno bipolar y la desdicha. En segundo lugar, no solo echa luz sobre las fuerzas que se apoderan del timón emocional de los bipolares y los hacen subir y bajar a su antojo desde la manía a la depresión, sino también propone considerar la bipolaridad como una oportunidad que se les presenta a estos pacientes de despertar sus talentos dormidos, abrirse a vínculos sanos y recuperar la alegría. De modo que la cuestión radica en hacerse nuevamente del control de la «hamaca» en la cual todos nos balanceamos por la vida. Línea tras línea, con un estilo fresco y poético, el autor va contagiándonos su fe en que esto es posible.
Durante la última década, la historia del arte psicoterapéutico ha centrado su interés en el papel que juegan las memorias familiares en el surgimiento de los padeceres humanos de toda naturaleza. Pero, asimismo, en la búsqueda de respuestas para enfrentar uno de los sufrimientos que más estragos genera en la actualidad: el trastorno bipolar. El autor presenta en este libro, con lenguaje directo, una clara visión de cómo las redes y las relaciones familiares participan en su gestación, y cuáles son los conflictos interpersonales y transgeneracionales a partir de los que se hace presente este sufrimiento en la vida de las personas. Sin duda, un apasionante viaje que desnuda la realidad de un dolor afectivo, fruto de una disfunción familiar, y que sólo encontrará sanación plena gracias a la reconstrucción del tejido vincular básico de la vida: los ancestros.