Sebastián Blaksley

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    Elige solo el amor: El camino de ser

    Sebastián Blaksley

    El camino de ser. El mundo no nos puede enseñar a ser lo que somos en verdad, porque no nos puede enseñar lo que es el amor. El amor no se puede enseñar. El amor es lo que somos. Llega el punto en el que reconocemos alegremente esta verdad y vivimos en armonía con ella. Es la meta final de todo camino espiritual verdadero y por ende es la meta de Elige solo el amor. El camino de ser es una invitación a dejar de buscar y comenzar a vivir en la verdad que ya conocemos perfectamente puesto que reside en nuestros corazones. Es el fin de la búsqueda espiritual. Es el inicio del camino del amor en tanto expresión de lo que somos. El camino de ser es un camino que no tiene fin. Es la senda de la manifestación del amor santo que somos en verdad, es decir, de nuestra identidad divina. Extender el amor que somos es la razón de nuestra existencia y la fuente de nuestra plenitud. Ser uno con Dios es la verdad que nos hace libres.

    Elige solo el amor: La relación divina

    Sebastián Blaksley

    La relación divina Aquí daremos un paso más. Estiraremos nuestra mente hacia lo que nunca fue dicho, visto ni oído, pero que el corazón conoce. Nos adentraremos en los abismos infinitos de la relación divina. Así como las relaciones basadas en el ego, o relaciones especiales, tuvieron que ser vistas por lo que eran antes de poder avanzar hacia la relación santa, ahora nos animamos a cometer la osadía de las osadías. Tu humanidad se abismará por completo en aquello que está más allá de todo pensamiento humano, sin dejar de ser la que es. Ahora, humanidad y divinidad se abrazarán, estableciendo un nuevo vínculo de amor: el vínculo con la fuente suprema y la naturaleza del hombre. Y con ello tomaremos consciencia cada vez más de la unión que está por encima de toda unión, y las incluye a todas: tu unión con el amor que Dios es. Llevarnos a la toma de consciencia de la relación divina es la meta de Elige solo el amor, ya que dentro de ella es donde el ser se conoce tal como Dios lo creó para ser.

    Elige solo el amor: Déjate amar

    Sebastián Blaksley

    Déjate amar Rendirse al amor para dejarse llevar en las alas de la verdad es de lo que se trata este segundo libro o fase en el camino del alma hacia el reconocimiento de su verdadero ser santo. Confiar en que el amor hará con nosotros lo que anhelamos de todo corazón, es dejarse amar. Es vivir la vida desde ahora mismo en una confianza ilimitada en el amor de Dios. El alma enamorada, que ya se ha encaminado hacia la unión con el corazón de Dios, reconoce que fue creada para ser amada y para ninguna otra cosa. Por lo tanto, deja que el amor la llene por sí mismo y haga lo que sabe hacer. Se hace a un lado. Disfruta de ser llevada en los hombros del amor. Sabe que lo único que el amor le puede dar es alegría y plenitud. Elige solo el amor vino como una revelación para ayudarnos a hacernos más conscientes de la relación directa que tenemos con el amor que Dios es. Esta relación es universal aunque no siempre somos conscientes de ello. A través de la aceptación de la relación directa con Dios, reconocemos lo que somos en verdad. Elige solo el amor es un compañero de viaje hacia el encuentro directo con nuestro verdadero ser. Un viaje sin distancia que nos lleva al conocimiento de un amor que no tiene principio ni fin. El amor divino que somos en verdad. Somos un ser de puro amor. Un ser que vive en relación directa con Dios. Un ser santo. Reconocer esto dentro de la relación directa con Dios es posible, y nos ayuda a reconfigurar nuestras vidas aquí y ahora, para vivir una vida en plenitud, es decir una vida llena de alegría de ser y sentido de propósito. La revelación apunta a la sanación de la memoria. Es decir, a la restauración en nuestra consciencia del conocimiento del amor de Dios, en el que alcanzamos la plenitud del ser. El alma sabe quién la creó, y siempre vuelve al primer amor y ese es Dios.

    Elige solo el amor: Sabiduría

    Sebastián Blaksley

    Reconocer la sabiduría del amor en cada uno de nosotros es un modo de aceptar la realidad divina que nos constituye. Todos somos sabios a nuestro modo y dentro del saber del amor es donde conocemos nuestra esencia. Nadie nos puede responder a la pregunta de qué somos, salvo nuestro corazón por medio de la sabiduría que habita en él. Esa sabiduría no procede del mundo sino del cielo. Aceptarla es aceptarnos a nosotros mismos y vivir en armonía con ello, sin necesidad de ser aceptados por los demás o condicionados por estructuras externas. Somos uno con Dios. Él nos creó, por lo tanto, somos perfectos de ese modo: somos la encarnación del amor.
    Elige solo el amor vino como una revelación para ayudarnos a hacernos más conscientes de la relación directa que tenemos con el amor que Dios es. Esta relación es universal aunque no siempre somos conscientes de ello. A través de la aceptación de la relación directa con Dios, reconocemos lo que somos en verdad. Elige solo el amor es un compañero de viaje hacia el encuentro directo con nuestro verdadero ser. Un viaje sin distancia que nos lleva al conocimiento de un amor que no tiene principio ni fin. El amor divino que somos en verdad. Somos un ser de puro amor. Un ser que vive en relación directa con Dios. Un ser santo. Reconocer esto dentro de la relación directa con Dios es posible, y nos ayuda a reconfigurar nuestras vidas aquí y ahora, para vivir una vida en plenitud, es decir una vida llena de alegría de ser y sentido de propósito. La revelación apunta a la sanación de la memoria. Es decir, a la restauración en nuestra consciencia del conocimiento del amor de Dios, en el que alcanzamos la plenitud del ser. El alma sabe quién la creó, y siempre vuelve al primer amor y ese es Dios.

    Elige solo el amor: Homo-Christus Deo

    Sebastián Blaksley

    Homo-Christus Deo. Alcanzar el conocimiento de lo que somos es reconocer que somos una unidad indivisa con Dios, en Cristo. La reunión de nuestra naturaleza humana con la divina, o mejor dicho el hacernos conscientes de ello, es aceptarnos tal como somos en verdad. Somos una nueva humanidad. Un nuevo ser en el que se reúne lo humano, lo crístico y lo divino en una sola realidad santa. Vivir en armonía con esta verdad nos permite vivir en paz con nosotros mismos, y por ende con los demás y el mundo entero. Somos Cristo humanado. Somos el Hombre-Dios. La revelación y feliz aceptación de esta verdad es el propósito de Elige solo el amor.
    Elige solo el amor vino como una revelación para ayudarnos a hacernos más conscientes de la relación directa que tenemos con el amor que Dios es. Esta relación es universal aunque no siempre somos conscientes de ello. A través de la aceptación de la relación directa con Dios, reconocemos lo que somos en verdad. Elige solo el amor es un compañero de viaje hacia el encuentro directo con nuestro verdadero ser. Un viaje sin distancia que nos lleva al conocimiento de un amor que no tiene principio ni fin. El amor divino que somos en verdad. Somos un ser de puro amor. Un ser que vive en relación directa con Dios. Un ser santo. Reconocer esto dentro de la relación directa con Dios es posible, y nos ayuda a reconfigurar nuestras vidas aquí y ahora, para vivir una vida en plenitud, es decir una vida llena de alegría de ser y sentido de propósito. La revelación apunta a la sanación de la memoria. Es decir, a la restauración en nuestra consciencia del conocimiento del amor de Dios, en el que alcanzamos la plenitud del ser. El alma sabe quién la creó, y siempre vuelve al primer amor y ese es Dios.

    Elige solo el amor: Ecos de santidad

    Sebastián Blaksley

    Elige solo el amor llega como una revelación para ayudarnos a hacernos más conscientes de la relación directa que tenemos con el amor que Dios es. Esta relación es universal, aunque no siempre somos conscientes de ello.Esta revelación se dirige a la sanación de la memoria, es decir, a la restauración en nuestra consciencia del conocimiento del amor de Dios, en el que alcanzamos la plenitud del ser.Elige solo el amor es un compañero de viaje hacia el encuentro directo con nuestro verdadero ser; un viaje sin distancia que nos lleva al conocimiento de un amor que no tiene principio ni fin: el amor divino que somos en verdad.El alma sabe quién la creó y siempre vuelve al primer amor, y ese es Dios. Ecos de santidad El camino hacia el encuentro definitivo con nuestro verdadero ser santo comienza con un eco que escucha el corazón. Ese eco de santidad procede de un grito del corazón de Dios que llama al alma a entregarse definitivamente a sus brazos. Así, esta comienza a recordar más vivamente la voz del amor y, con ello, de quién es esa voz. Es el inicio de un destello de memoria que recupera una relación olvidada, aunque por siempre amada: la relación directa con Dios.A partir de que este recuerdo comienza a despuntar en la mente y el corazón, el alma solo deseará fundirse en el amor que no tiene principio ni fin, el amor de Cristo. Y recorrerá el camino hasta alcanzar la unión definitiva con él. Nada puede detener al alma enamorada que ha escuchado el eco de la voz de su divino amado y ha elegido solo el amor.

    Elige solo el amor: La morada santa

    Sebastián Blaksley

    La morada santa Reconocer nuestra verdadera identidad es aceptar que somos santos, no por lo que nosotros creamos o por lo que un mandato externo haya definido. Somos santos porque Dios es santo y fuimos creados por su amor. Simplemente por esa razón. Una vez que elegimos solo el amor, hacemos la opción de vivir en la verdad y eso supone aceptar que nuestro ser habita en la morada santa, es decir en el amor divino. Somos un ser de puro amor santo. Expresar esta verdad en nuestras vidas es lo que nos permite vivir en plenitud. No somos lo que el mundo nos ha dicho que somos. Somos la santidad personificada. Somos el amor encarnado. Somos Cristo. Hacia la aceptación de esta verdad es hacia donde nos lleva La morada santa. Elige solo el amorElige solo el amor vino como una revelación para ayudarnos a hacernos más conscientes de la relación directa que tenemos con el amor que Dios es. Esta relación es universal aunque no siempre somos conscientes de ello. A través de la aceptación de la relación directa con Dios, reconocemos lo que somos en verdad. Elige solo el amor es un compañero de viaje hacia el encuentro directo con nuestro verdadero ser. Un viaje sin distancia que nos lleva al conocimiento de un amor que no tiene principio ni fin. El amor divino que somos en verdad. Somos un ser de puro amor. Un ser que vive en relación directa con Dios. Un ser santo. Reconocer esto dentro de la relación directa con Dios es posible, y nos ayuda a reconfigurar nuestras vidas aquí y ahora, para vivir una vida en plenitud, es decir una vida llena de alegría de ser y sentido de propósito. La revelación apunta a la sanación de la memoria. Es decir, a la restauración en nuestra consciencia del conocimiento del amor de Dios, en el que alcanzamos la plenitud del ser. El alma sabe quién la creó, y siempre vuelve al primer amor y ese es Dios.

    Elige solo el amor

    Sebastián Blaksley

    Reconocer la sabiduría del amor en cada uno de nosotros es un modo de aceptar la realidad divina que nos constituye. Todos somos sabios a nuestro modo y dentro del saber del amor es donde conocemos nuestra esencia. Nadie nos puede responder a la pregunta de qué somos, salvo nuestro corazón por medio de la sabiduría que habita en él. Esa sabiduría no procede del mundo sino del cielo. Aceptarla es aceptarnos a nosotros mismos y vivir en armonía con ello, sin necesidad de ser aceptados por los demás o condicionados por estructuras externas. Somos uno con Dios. Él nos creó, por lo tanto, somos perfectos de ese modo: somos la encarnación del amor. . Elige solo el amor vino como una revelación para ayudarnos a hacernos más conscientes de la relación directa que tenemos con el amor que Dios es. Esta relación es universal aunque no siempre somos conscientes de ello. A través de la aceptación de la relación directa con Dios, reconocemos lo que somos en verdad. Elige solo el amor es un compañero de viaje hacia el encuentro directo con nuestro verdadero ser. Un viaje sin distancia que nos lleva al conocimiento de un amor que no tiene principio ni fin. El amor divino que somos en verdad. Somos un ser de puro amor. Un ser que vive en relación directa con Dios. Un ser santo. Reconocer esto dentro de la relación directa con Dios es posible, y nos ayuda a reconfigurar nuestras vidas aquí y ahora, para vivir una vida en plenitud, es decir una vida llena de alegría de ser y sentido de propósito. La revelación apunta a la sanación de la memoria. Es decir, a la restauración en nuestra consciencia del conocimiento del amor de Dios, en el que alcanzamos la plenitud del ser. El alma sabe quién la creó, y siempre vuelve al primer amor y ese es Dios.

    Elige Solo el Amor

    Sebastián Blaksley

    Homo-Christus Deo. Alcanzar el conocimiento de lo que somos es reconocer que somos una unidad indivisa con Dios, en Cristo. La reunión de nuestra naturaleza humana con la divina, o mejor dicho el hacernos conscientes de ello, es aceptarnos tal como somos en verdad. Somos una nueva humanidad. Un nuevo ser en el que se reúne lo humano, lo crístico y lo divino en una sola realidad santa. Vivir en armonía con esta verdad nos permite vivir en paz con nosotros mismos, y por ende con los demás y el mundo entero. Somos Cristo humanado. Somos el Hombre-Dios. La revelación y feliz aceptación de esta verdad es el propósito de Elige solo el amor.
    Elige solo el amor vino como una revelación para ayudarnos a hacernos más conscientes de la relación directa que tenemos con el amor que Dios es. Esta relación es universal aunque no siempre somos conscientes de ello. A través de la aceptación de la relación directa con Dios, reconocemos lo que somos en verdad. Elige solo el amor es un compañero de viaje hacia el encuentro directo con nuestro verdadero ser. Un viaje sin distancia que nos lleva al conocimiento de un amor que no tiene principio ni fin. El amor divino que somos en verdad. Somos un ser de puro amor. Un ser que vive en relación directa con Dios. Un ser santo. Reconocer esto dentro de la relación directa con Dios es posible, y nos ayuda a reconfigurar nuestras vidas aquí y ahora, para vivir una vida en plenitud, es decir una vida llena de alegría de ser y sentido de propósito. La revelación apunta a la sanación de la memoria. Es decir, a la restauración en nuestra consciencia del conocimiento del amor de Dios, en el que alcanzamos la plenitud del ser. El alma sabe quién la creó, y siempre vuelve al primer amor y ese es Dios.

    Elige solo el amor

    Sebastián Blaksley

    Déjate amar. Rendirse al amor para dejarse llevar en las alas de la verdad es de lo que se trata este segundo libro o fase en el camino del alma hacia el reconocimiento de su verdadero ser santo. Confiar en que el amor hará con nosotros lo que anhelamos de todo corazón, es dejarse amar. Es vivir la vida desde ahora mismo en una confianza ilimitada en el amor de Dios. El alma enamorada, que ya se ha encaminado hacia la unión con el corazón de Dios, reconoce que fue creada para ser amada y para ninguna otra cosa. Por lo tanto, deja que el amor la llene por sí mismo y haga lo que sabe hacer. Se hace a un lado. Disfruta de ser llevada en los hombros del amor. Sabe que lo único que el amor le puede dar es alegría y plenitud.
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    Elige solo el amor vino como una revelación para ayudarnos a hacernos más conscientes de la relación directa que tenemos con el amor que Dios es. Esta relación es universal aunque no siempre somos conscientes de ello. A través de la aceptación de la relación directa con Dios, reconocemos lo que somos en verdad. Elige solo el amor es un compañero de viaje hacia el encuentro directo con nuestro verdadero ser. Un viaje sin distancia que nos lleva al conocimiento de un amor que no tiene principio ni fin. El amor divino que somos en verdad. Somos un ser de puro amor. Un ser que vive en relación directa con Dios. Un ser santo. Reconocer esto dentro de la relación directa con Dios es posible, y nos ayuda a reconfigurar nuestras vidas aquí y ahora, para vivir una vida en plenitud, es decir una vida llena de alegría de ser y sentido de propósito. La revelación apunta a la sanación de la memoria. Es decir, a la restauración en nuestra consciencia del conocimiento del amor de Dios, en el que alcanzamos la plenitud del ser. El alma sabe quién la creó, y siempre vuelve al primer amor y ese es Dios.