El doctor Marsh Diamond le había ofrecido a Kate Turner lo que siempre había deseado. Aunque el recuerdo de aquel lejano verano con él la incitaba a decir que no, Kate no pudo evitar aceptar su propuesta de trasladarse temporalmente al rancho para cuidar de su hija. Pero ni siquiera sus deseos adolescentes de convertirse en la esposa de Marsh la habían preparado para el mundo maravilloso y acogedor que iba a encontrar. Era todo lo que Kate había deseado. Sin embargo, tarde o temprano, aquel sueño habría de acabar… a menos que pudiera convencer a Marsh de que él era el diamante que quería para siempre.
Cuando Maura O'Sullivan aceptó el trabajo que Spencer Diamond le había ofrecido, sabía que era arriesgado estar tan cerca de aquel atractivo ranchero. Pero tenía otro objetivo: estar cerca de su padre, al que no conocía y que vivía en el rancho vecino. Para ello estaba dispuesta a cualquier cosa, incluso a pasar largos días en compañía de Spencer, un deslumbrante hombre de ojos azules y suaves labios.Cuando vio a su padre cara a cara, casi se olvidó de todo lo demás. Pero era imposible olvidar los cálidos brazos de Spencer y sus dulces besos, y entonces se dio cuenta de lo mucho que necesitaba a esos dos hombres en su vida.
SHE WAS HIS HOPEYears ago Piper Diamond had sorely tempted Kyle Masters's rough-hewn masculinity. Though he'd ached to know the fulfillment of the promise he could taste on her lips, he'd manfully sent her on her way. Kyle was too honorable to snatch a young girl's innocence.HE WAS HER DREAMNow Piper was back, pregnant, unwed, and looking for a father for her child. Still compassionate and caring, Kyle was exactly the man Piper needed. But getting rugged, sexy Kyle Masters to agree to a marriage of convenience wasn't enough. Because Piper wanted a real husband…
When Maura O'Sullivan took a job with Spencer Diamond, she knew getting too close to the handsome and commanding horse rancher might be risky. But she had a bigger goal in mind–to get closer to the father she never knew she had, who happened to live nearby. For that she would do anything…even spend long days in the company of Spencer, a man whose dazzling blue eyes and soft lips she'd never been able to forget….And then her father walked in the door, and all else was forgotten–almost. Because as she waited to see if he would claim her as his own, Maura remembered Spencer's warm embrace and passionate kisses, and realized how desperately she was in need of both men in her life….