Ya sabemos lo que pasa a veces con el que actúa distinto al grupo en la escuela: es víctima de burlas, de insultos e incluso de agresiones físicas. Palo no puede huir de la brutal agresión a la que lo someten Facu, el líder de la división, y sus seguidores. Incapaz de resolver la situación de bullying en que ha caído, se encierra en los ritmos ancestrales de la música. En la casa de Ciro, su profesor de percusión, Palo encuentra dos tambores africanos. Ciertas lecturas le indican que esos instrumentos sagrados poseen la capacidad de causar daño a los enemigos. Y su deseo de venganza es tan fuerte que, a pesar del miedo, no duda en ir al cementerio para conseguir huesos humanos y ejecutar un ritual que solo puede terminar de una manera: La peor.
Tras descubrir la traición, Lula comienza a soñar su venganza: ahora será ella quien tome las decisiones en Zaraza y su amiga Corina no tendrá más opción que ver cómo su rol de mánager estrella se desvanece. Además, el nuevo noviazgo mediático de Lula se verá amenazado cuando sus sentimientos por Tomás pasen de una simple relación de trabajo a (quizás) algo más. Toto también empezará a tener sentimientos por Lula, pero el fantasma del abandono de su madre ensombrecerá su futuro. Sin poder resolver sus problemas, un mayor peligro se sumará: Catriel, el exmotoquero que lo había traicionado, reaparecerá para imponerle dos opciones: ser parte de sus nuevos negocios turbios o poner en riesgo su vida y la de Lula. Lula y Toto deberán tomar decisiones, con la esperanza de que en este viaje a toda velocidad, sus caminos lleguen a cruzarse. Segunda parte de la novela Motoquero del escritor de suspenso y misterio, José Montero.
"Macumba" es un tipo especial de magia negra, de brujería y rituales que existen desde los tiempos más antiguos y aún nos rondan en nuestros días. Una plaza dominada por un oscuro personaje al que llaman Pai, donde por la noche aparecen encendidas velas negras y rojas. Un misterioso grupo que controla a sus víctimas mediante auriculares y sigue sumando adeptos sin poder ser detenido. Un gato extraviado cuyo nombre, Brujo, anuncia ya no la recompensa prometida sino la perdición. Y un detector de metales que llevará a su portador a un tesoro, aunque no todos los tesoros son el regalo anhelado. ¿Te atreves a adentrarte a este mundo oscuro y siniestro? Cuatro relatos de misterio, terror, suspenso y oscuros elementos, de la mano de José Montero, que una vez más te hará sentir escalofríos en la noche.
Una noche como cualquier otra Tomás pasea por la ciudad en su moto hasta que presencia un robo: un motoquero le arrebata la cartera a una chica de lentes oscuros. Sintiéndose impotente trata de ayudarla y de recuperar, sin éxito, las pertenencias de la joven. Así empieza la relación de Toto y Lula, una relación que lo llevará a compartir el tras bambalinas de los escenarios de la bailanta. Mientras en el submundo de los motoqueros, al que Toto pertenece aunque no quiera, nada es tan atractivo como parece en las películas. Se verá aprisionado entre la extorsión de un mafioso que no lo dejará libre y los misterios y secretos de Lula que solo lograrán hundirlo más en un pozo sin fondo. La saga de Motoquero arranca a toda velocidad en una primera parte llena de emoción, suspenso, amores e historias al límite de la mano del escritor de suspenso y misterio, José Montero.
A través del rayo y la erupción de volcanes el hombre prehistórico conoció el fuego. Lo usó para calentarse, protegerse de los animales y alimentarse. Aprendió que las llamas, también, mataban y provocaban destrucción, miedo y dolor. ¿Qué tienen en común, hoy, un herrero obsesionado con fabricar espadas y otras armas medievales, un bombero, un experto en pirotecnia y un artesano soplador de vidrio? ¿Qué une a un maestro parrillero con una enfermera de la Unidad de Quemados y un lanzallamas que monta su show en los semáforos? Todos ellos ejercen oficios relacionados con ese maravilloso y aterrador fenómeno que, ancestralmente, vinculamos con los dominios del Diablo, el lugar donde los pecadores reciben el castigo eterno. Ellos hacen Los trabajos del infierno.
Las ciudades están llenas de historias. Historias que pasan de boca en boca susurradas siempre con un poco de inquietud y con un leve estremecimiento. Nadie sabe si en realidad sucedieron. Nadie sabe si el taxi demoníaco cuyo recorrido finaliza en las húmedas bóvedas del cementerio existe. Nadie sabe si es verdad que la escalofriante confesión de la enfermera asesina está escrita con sangre humana. No, nadie lo sabe. Sin embargo, todos repiten estos relatos con la voz entrecortada por el miedo.