Achille Mbembe is one of the most brilliant theorists of postcolonial studies writing today. In <i>On the Postcolony</i> he profoundly renews our understanding of power and subjectivity in Africa. In a series of provocative essays, Mbembe contests diehard Africanist and nativist perspectives as well as some of the key assumptions of postcolonial theory. <br /><br />This thought-provoking and groundbreaking collection of essays—his first book to be published in English—develops and extends debates first ignited by his well-known 1992 article «Provisional Notes on the Postcolony,» in which he developed his notion of the «banality of power» in contemporary Africa. Mbembe reinterprets the meanings of death, utopia, and the divine libido as part of the new theoretical perspectives he offers on the constitution of power. He works with the complex registers of bodily subjectivity – violence, wonder, and laughter – to profoundly contest categories of oppression and resistance, autonomy and subjection, and state and civil society that marked the social theory of the late twentieth century. <br /><br />This provocative book will surely attract attention with its signal contribution to the rich interdisciplinary arena of scholarship on colonial and postcolonial discourse, history, anthropology, philosophy, political science, psychoanalysis, and literary criticism.
El nuevo capitalismo del siglo XXI se rige por la «necropolítica» y el «gobierno privado indirecto». Ahora impera una nueva concepción de la soberanía: la de aquellos actores internacionales que deciden quién debe vivir y quién debe morir en un momento dado, atendiendo a criterios estrictamente económicos. Y las nuevas guerras, en consecuencia, son actos bélicos nomádicos que realizan empresas privadas –en connivencia o no con los Estados, poco importa…– que no buscan obtener territorio ni someter a las poblaciones; tan sólo afianzar recursos estratégicos y obtener beneficios inmediatos a cualquier coste.La necropolítica ha conseguido transformar a los seres humanos en una mercancía intercambiable o desechable según dicten los mercados. Esta nueva forma de gestión de las poblaciones –quizás más evidente en el denominado tercer mundo y, en particular, en el continente africano– es un paso más respecto de la «biopolítica» enunciada por Foucault. Una nueva manera de entender la realidad en la que la vida pierde toda su densidad y se convierte en una mera moneda de cambio para unos poderes oscuros, difusos y sin escrúpulos.