Este libro se publicó por primera vez en Salamanca, en 1575, y es un clásico de la literatura espiritual, leído por muchas generaciones de cristianos. Recorre las etapas del andar terreno de Jesús, desde la embajada del Arcángel a la Santísima Virgen hasta la Ascensión de Jesús a los cielos. Su autor dedicó sus estudios y meditaciones al conocimiento y amor de Cristo crucificado, y reúne en este breve libro sus reflexiones más maduras en doctrina y en piedad.
El Compendio de la doctrina cristiana, una extensa síntesis de la fe escrita por el autor para ser leída los domingos y fiestas en las iglesias donde no se predicaba, incluía al final estos Trece sermones de las principales fiestas del año.
Rialp los publica ahora sueltos, por ser un excelente testimonio del arte retórico de su autor y de su valiosa aportación a la oración cristiana y a la vida espiritual. El afán del predicador, afirma el autor, ha de ser despertar en el corazón de los oyentes la experiencia íntima, personal y afectiva, de la cercanía de Dios, de su inefable amor. Y así lo hace en este caso, a través de trece sermones magistrales.