Papelucho ha encontrado el objetivo de su vida, será misionero y aprovechando que sus padres lo llevarán a África, evangelizará a los hombres de ese continente. Pero como siempre ocurre, las cosas no resultan tal como esperaba y entre lianas y animales salvajes, se verá implicado en un lío con diamantes preciosos.
Por el nacimiento de su hermana, Papelucho visita la clínica y alli inventa un juego: intercambiar identidades con Casimiro, un niño enfermo. Todo parece divertido hasta que la enfermera se lo lleva al pabellón, ¡y lo operan por error!
¿Qué hacer si se tiene un marciano adentro? Papelucho lo sabe muy bien y en este diario nos cuenta todos sus secretos para convivir con Det, su nuevo amigo de otro planeta. Un amigo que le trae problemas y rabietas, pero también la increible posibilidad de viajar a otros mundos…
Papelucho se ha ganado una bicicleta de oro en un sorteo. Bueno, la verdad es que no es de oro, pero es su bicicleta. Sin embargo, apenas sale con ella, comienzan los problemas: lo confunden con un ovni de Venus y lo acosa la prensa internacional. Decide, entonces, partir a la parcela de su amigo Urquieta, pero allí todo irá de mal en peor.
Papelucho tiene un problema con boca, orejas, manos y pies: se llama Romelio y lo ha invitado a un misterioso castillo que nadie conoce. Lo que Papelucho no sabe es que el lugar esconde un enigmático tesoro y unas ultrasónicas trillizas.