Lo que el 20 se llevó trata sobre el acto de resistir. Aguantarte las ganas de salir, de abrazar a tus seres queridos, de asistir a una fiesta, a un partido de futbol, a un sauna público, a un concierto, a cualquier lugar donde el calor humano reinara. Más que una antología de textos sobre el tema, este libro es una fiesta. Esa reunión que se antojaba imposible antes de que se distribuyera la vacuna. Si piensan que ya se ha escrito todo sobre la pandemia basta asomarse a estas páginas para encontrarse con historias que todavía no habían sido contadas. La música, el cine, el sexo, los meseros, etcétera, conviven aquí sin necesidad de ser sanitizados. Entre la crónica, el ensayo personal y el reporte emocional, los testimonios que el lector tiene entre las manos son un vistazo al mundo interior propiciado por el alineamiento.
La Boca se ha convertido en una metáfora universal de las migraciones humanas. El escritor español Jorge Carrión pasó varias temporadas en un conventillo de uno de los barrios más pobres de Buenos Aires. Conoció a fondo tanto su historia como su vida cotidiana, entrevistó a algunos de sus habitantes más emblemáticos, paseó incansablemente por las orillas del Riachuelo, siguió de cerca la producción teatral del Galpón de Catalinas, memorizó esa topografía pintoresca y conflictiva de la ciudad, asistió al ascenso y caída de Bianchi, frecuentó a pintores y a actrices, a líderes vecinales y a dueños de locutorios. Con esas experiencias ha elaborado un retrato sentimental y crítico de La Boca. Una crónica de viajes, fragmentaria y diversa como un conventillo. Una invitación a redescubrir el lugar de la auténtica fundación mítica de Buenos Aires.