La seducción del jefeEl magnate Jefferson Lyon nunca aceptaba un no por respuesta. Por eso, cuando su fiel secretaria se hartó de sus exigencias y dimitió, Jefferson la siguió hasta el paraíso tropical donde se había ido de vacaciones. Pero para él aquel viaje no era de relax, porque estaba dispuesto a convencerla de que volviera al trabajo… a través de la seducción.Casada por dineroPocas cosas podían sorprender a Janine Shaker, pero el millonario Max Striver consiguió hacerlo al proponerle que fingiera ser su mujer.Además de desear a Janine, Max necesitaba una esposa y sabía que ella no estaba en condiciones de rechazar su oferta… ni su cama.La cautiva del millonarioEl multimillonario Gabriel Vaughn se había olvidado del pasado… hasta que Debbie Harris apareció en su lujoso complejo turístico. Lo había abandonado en otro tiempo, pero Gabriel no permitiría que en esa ocasión se marchara de su isla sin llevar a cabo su especial venganza: seducirla.
Compromiso profesionalA Tara Andrews le encantaba trabajar con su madre y con su hermana preparando las bodas de otros. Sin embargo, no tenía la menor intención de casarse jamás… hasta que conoció al atractivo millonario Patrick Keene. Él era el único hombre que podría hacerle cambiar de opinión… pero también el único hombre que jamás podría tener.Amor renovadoLa organizadora de bodas Skye Andrews llevaba cuatro años ocultándole un secreto al célebre abogado Nick Coburn: tenían una hija. Pero ahora Skye debía organizar una boda en la que Nick iba a ser el padrino… y seguían sintiéndose tan atraídos como siempre.Falsos amantesRiana Andrews se quedó de piedra al despertar y descubrir un anillo de compromiso en su dedo. Lo que más la confundía era que creía que quien le había hecho tal proposición era Joe Henderson, el sexy y famoso fotógrafo que iba a hacerle las fotos a sus diseños de vestidos de novia. Quizá Joe tuviera un plan oculto pero, desde luego, se estaba comportando como si realmente fuera a casarse con ella. Y los escalofríos que Riana sentía cada vez que él estaba cerca no eran para nada producto de su imaginación…