SI TU HIJO ADULTO HA DEJADO LA FEy abrazó un estilo de vida impío, puedes estar experimentando conmoción, confusión, enojo, culpa, vergüenza, soledad, incluso desesperación. Y con estas emociones dolorosas vienen preguntas difíciles:"¿Causé yo todo esto?"«¿Qué debería decirles a los demás sobre mi hijo?»"¿Cómo interactúo con mi hijo en el futuro?"Robert Jones ofrece el consuelo del evangelio tanto a los padres en duelo como a sus pastores, consejeros y amigos. Él te recuerda que Dios, el Padre de innumerables hijos pródigos, entiende tu dolor como ningún otro; te muestra cómo encontrar tu fuerza e identidad en Dios en lugar de en las decisiones que toma tu hijo; y da consejos sabios para las muchas preguntas prácticas que enfrentas