Документальная литература

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Historias. Libros V-XV

Polibio

El griego Polibio vio en la firme Roma la salvación de todos los males de la Hélade. El principal valor de sus Historias es haber concebido el Imperio Romano como un espacio moral y ético además de político y militar. Polibio (Megápolis, 209 o 208-después de 118 a.C.) es considerado por la crítica el último gran historiador griego, en la senda de Heródoto, Tucídides y Jenofonte, aunque a él le cupo ocuparse no del mundo heleno, sino del auge de Roma; más concretamente, su obra es un firme y documentado intento de hallar el consenso y el acuerdo entre la fuerza imparable del Imperio Romano y las cansadas, divididas y decadentes ciudades helenísticas del Mediterráneo oriental. Sus Historias son un trabajo monumental en cuarenta libros, de los que se conserva una fracción muy considerable aumentada con el abundante uso que hacen de él Tito Livio y Apiano. Parte de la importancia de las Historias se debe a que relatan lo sucedido en un periodo del que carecemos prácticamente de datos, salvo de los que él aporta, y además desde la casi contemporaneidad, lo que asegura un conocimiento directo de los hechos. Abarcan desde la Primera Guerra Púnica (264-241 a.C.) entre Roma y Cartago hasta el año 146 a.C., con la destrucción de Corinto y Cartago y el establecimiento de la hegemonía latina sobre toda la orilla mediterránea. Polibio comprende la enorme importancia histórica de este predominio, aumentado con la victoria en el ámbito helenístico, pues se trata de la primera unificación política del Mediterráneo. Ello permite acometer la elaboración de una historia universal, el relato de un difícil camino hacia el logro de un espacio político común y, según el autor, una tarea pacificadora y civilizadora. Pero las Historias deben también su duradera fama a la renovación que efectuaron en la disciplina historiográfica. En un periodo acuciado por las guerras y la ansiedad, en que proliferaron géneros literarios escapistas y de entretenimiento, la historia se había tornado efectista y dramática, con el acento puesto en batallas y discursos, anécdotas y chascarrillos sobre personajes históricos. A ello opuso Polibio el estudio serio de las acciones políticas y militares de los pueblos y las ciudades a través de las decisiones de sus dirigentes, discerniendo los hechos estructurales y subrayando las causas. Este posicionamiento se refleja también en el estilo literario: Polibio rechaza el lenguaje florido, ampuloso, retórico y discursivo que predominaba en su tiempo, y opta por la sobriedad y la concisión clásicas que corresponden a su armazón racional. Este volumen contiene el célebre excurso del libro VI sobre los diversos sistemas constitucionales (especialmente el lacedemonio y el cartaginés) para exaltar las ventajas del sistema político romano, que con su combinación de elementos monárquicos, aristocráticos y democráticos garantiza la eficacia de sus instituciones y ha permitido que Roma llegara a dominar el mundo.

Investigación sobre los animales

Aristoteles

Aristóteles creó los estudios de biología y zoología, y los fundó sobre una base empírica y filosófica tan firme que sostuvo todo el edificio de estas ciencias hasta el siglo XIX, más de dos milenios después de la aparición de sus tratados. Las grandes aportaciones de Aristóteles en el ámbito científico se sitúan, aparte de la lógica, en las ciencias naturales, en las que puso los fundamentos sobre los que se han edificado las grandes construcciones de la biología y la zoología a lo largo de los siglos, y si bien la moderna evolución de estas disciplinas ha llevado más allá de los conceptos del Estagirita, éstos han quedado como la base histórica que es indispensable tener en cuenta. Junto con Partes de los animales, Reproducción de los animales y otros tratados de ciencias naturales (todos ellos aparecidos en esta misma colección), la Investigación sobre los animales fundó la biología con principios empíricos y filosóficos, y le confirió las líneas generales que conservaría hasta el siglo XIX, más de dos milenios después de su muerte. La Investigación estudia las partes externas e internas de los animales, sus diversos componentes (sangre, huesos, pelo…), sus varios modos de reproducción, dietas, hábitos y comportamientos. Entre las muchas especies que se someten a observación hay ovejas, ciervos, leones, hienas, elefantes, ratones, palomas, águilas, cuervos, tortugas, lagartijas, toda suerte de insectos y, en particular, animales marinos (peces, crustáceos, cefalópodos, testáceos): en suma, todas las especies animales que conocían los griegos.

Arte gramática. Libro I

Carisio

De la obra original de Carisio, un manual de gramática concebido para completar la educación de su hijo, este volumen contiene la primera traducción a una lengua moderna del primero (y el más extenso, pues ocupa la mitad del total) de los cinco libros del Arte Gramática. Por su interés en acumular doctrinas de diferentes autores y su fidelidad hacia todos ellos, la obra de Carisio (c. 362 d.C.), un manual de gramática concebido para completar la educación del hijo del autor, es el pivote sobre el que se construye el estudio de las fuentes de la gramática latina: Elio Estilón, Lelio Arquelao, Antonio Gnifón, Ateyo el Filólogo, Varrón, César, Verrio Flaco, Valerio Probo, Remio Palemón, Plinio el Viejo, Flavio Capro, Cominiano y Julio Romano son algunas de las autoridades en materia gramatical que, desde la cita única hasta decenas de fragmentos, aparecen en la obra. En este volumen se destacan dos capítulos eruditos (15 y 17), que analizan la analogía y la anomalía como elementos dirimentes de la corrección lingüística, fundamentada ahora en los criterios de naturaleza, razón, uso y autoridad, este último responsable a su vez de la conservación de multitud de fragmentos de poetas y prosistas latinos para los que el manual de Carisio es, muchas veces, testimonio único.

Geografía. Libros XI-XIV

Estrabón

Estrabón combina la lectura de diversas fuentes literarias con el conocimiento directo de sus viajes para informarse acerca de los espacios que describe. Estrabón se sirvió tanto de los conocimientos librescos como de la experiencia directa –viajes, sobre todo por la cuenca oriental del Mediterráneo (Asia Menor, Grecia y las islas del Egeo)–, aunque el estudio de las obras de predecesores es lo que tiene un mayor peso y confiere al conjunto de la Geografía su carácter literario. Entre sus fuentes principales cabe citar a Eratóstenes, a quien cita para las fechas. En los libros XI-XIV de su Geografía, Estrabón describe tierras y pueblos de Asia: Escitia, el Cáucaso, Bactria, Sogdiana, Media, Armenia y península Anatólica e islas adyacentes; es decir, lo que más o menos equivale a los actuales Afganistán, Irán, norte de Irak, Chipre, gran parte de la Grecia insular, Turquía y las repúblicas ex-soviéticas de Asia.

Sobre los misterios egipcios

Jámblico

Jámblico, filósofo neoplatónico, acercó las doctrinas idealistas de la Academia al cuerpo de creencias esotéricas y mistéricas del mundo helenístico. El filósofo neoplatónico sirio Jámblico, que vivió entre los siglos III y IV d.C., tuvo como interés especial la magia. A raíz de sus diferencias con su maestro Porfirio, el discípulo, editor y biógrafo de Plotino, fundó y dirigió su propia escuela en Siria (primero en Apamea, después en Dafne). A su muerte, le sucedió en la dirección de la escuela su discípulo, Sópatro de Apamea, el cual fundó después una escuela en Constantinopla y fue condenado a muerte por practicar la magia. Jámblico aportó a la escuela neoplatónica la práctica de la teurgia, magia divina y benéfica, que permite entrar en comunicación con el propio yo divino y con los altos seres espirituales, para lo cual se requiere una exigente pureza de vida y un profundo conocimiento esotérico. De sus escritos quedan varias partes de un extenso estudio sobre la filosofía de Pitágoras, una Exhortación a la Filosofía y la defensa de un ritual mágico, De mysteriis, que contiene abundante información sobre las supersticiones en el siglo IV. Lo más significativo de sus escritos es la intención de relacionar las doctrinas pitagórica y platónica con la tradición filosófica egipcia, así como el intento de armonizar a Platón y Aristóteles, y el interés por la sabiduría caldea. Una de sus pocas obras que se conservan completas es «Sobre los misterios egipcios», título que en el periodo renacentista asignó Marsilio Ficino al texto «Respuesta del maestro Abamón a la Carta de Porfirio a Anebo y soluciones a las dificultades que ella plantea», en la que Porfirio atacaba a la teurgia y ciertas formas de adivinación que Jámblico se esfuerza en defender basándose en las enseñanzas de los Misterios egipcios y caldeos.

Historia romana. Libros I-XXXV (Fragmentos)

Dion Casio

La Historia romana es una de las obras más importantes sobre esta materia en lengua griega. Dividida en ochenta libros, abarca desde los orígenes legendarios de la ciudad hasta la época del emperador Alejandro Severo, de quien el autor fue amigo personal y consejero Casio Dión Cocceiano de Nicea (c. 155-235 d.C.) llegó a Roma desde Bitinia al poco de las ascensión de Cómodo al trono (180), y ocupó destacados cargos administrativos en tiempos de Pértinax, Septimio Severo, Caracalla, Macrino y Alejandro Severo. Según cuenta él mismo, en un sueño se le apareció un genio que le ordenó escribir historia, y a raíz del incidente acometió la composición de la Historia romana, una de las obras más importantes sobre esta materia en lengua griega y fuente insustituible para el estudio de la evolución histórica y política de Roma. Dividida en ochenta libros, abarca desde los orígenes legendarios de la ciudad hasta la época del emperador Alejandro Severo, contemporáneo del autor. Amigo y consejero del emperador, Dión se mostraba claro partidario de la monarquía, lo cual le diferencia de otros historiadores de época imperial. Sólo se han conservado completos los libros que van del XXXVI al LIV; del resto quedan fragmentos de extensión variable que se suelen editar acompañados de los resúmenes escritos por diversos epitomadores (los monjes bizantinos Zonaras y Xifilino son los principales), pues en muchas ocasiones estos epítomes es lo único que ha llegado hasta nosotros. En este volumen se incluyen los fragmentos y resúmenes de los libros I-XXXV; abarca, por tanto, desde los orígenes de Roma hasta la época de Pompeyo (primera mitad del siglo I a.C.). La Historia romana es una de las obras más importantes sobre esta materia en lengua griega y una fuente insustituible para el estudio de la evolución histórica y política de Roma.

Poemas II

Claudiano

Claudiano, griego alejandrino nacido a finales del siglo IV d.C., es considerado el último poeta clásico de Roma. Claudio Claudiano es el último gran poeta latino de la tradición clásica. Nacido en Alejandría a finales del siglo IV d.C., se trasladó a Italia y pasó a componer en latín. Pronto cosecharía gran éxito como poeta de corte: un poeta profesional y oficial laureado, que hacía panegíricos sobre acontecimientos públicos. Labró su posición con piezas en honor del emperador Honorio y de sus ministros, así como un célebre panegírico del general y regente Estilicón. Cabe mencionar también, en su producción, ataques contra los enemigos de Honorio. Aunque la corte del emperador era cristiana, la poesía de Claudiano está adherida a la antigua religión pagana. No era un pensador político original, ni sus mecenas esperaban que lo fuera, pero sabía elegir bien en el bagaje de la tradición literaria latina aquello que más convenía para realzar cada pasaje. Claudiano hace gala de una sentida admiración por el Imperio Romano, expresada con maestría retórica, gran manejo de la oratoria y un empleo excelente del lenguaje tradicional de la épica latina. En sus panegíricos e invectivas abundan las alegorías y las referencias mitológicas. Aportó nuevo vigor a la poesía latina con su propia brillantez y los nuevos planteamientos que llevó del mundo griego.

Alegorías de Homero. Metamorfosis.

Heráclito

Dos escritos de gran interés sobre materia mitológica, uno de carácter hermenéutico-interpretativo acerca de Homero y el otro una compilación de los más variados mitos relacionados con metamorfosis. Se ofrecen aquí dos escritos sobre materia mitológica, uno de carácter hermenéutico-interpretativo y el otro una compilación de los más variados mitos relacionados con metamorfosis. Con Alegorías de Homero, el autor se propone defender a Homero de sus detractores, y ve en la interpretación alegórica la mejor estrategia defensiva, que ya había tenido sus precursores en el siglo VI a.C., frente a los ataques de quienes censuran la creación de una serie de mitos sacrílegos e impíos. Este brumoso autor, llamado Heráclito el Homérico, vivió al parecer en el siglo I a.C. Desconocemos el motivo por el cual realizó Antonino Liberal (siglo II o III d.C.) su recopilación de metamorfosis, pues ni él mismo lo manifiesta ni poseemos otro tipo de fuentes que nos permita averiguarlo. En cualquier caso, nos ofrece una gran cantidad de datos sobre ritos y sacrificios, sobre motivos etiológicos tan del gusto helenístico, sobre extrañas leyendas, algunas incluso con pretensiones históricas, pero, sobre todo, un inmenso material mitográfico de difícil clasificación a veces.

Retórica a Herenio

Anonimo

La Retórica a Herenio es, junto con los tratados retóricos de Cicerón, la mejor muestra de la capacidad de absorción por los romanos de las teorías retóricas griegas. El tratado latino anónimo Retórica a Herenio, escrito entre el 86 y el 82 a.C., es la primera obra de retórica en lengua latina que conservamos. Teniendo en cuenta la escasez del léxico que padecía a la sazón el latín para los conceptos retóricos, resulta muy destacable la aportación del autor al vocabulario especializado: junto con Cicerón (al que durante mucho tiempo se atribuyó erróneamente esta obra) dotó a la lengua de una terminología específica que sería, a la postre, la que pasaría a las lenguas romances. En efecto, acuñó la nomenclatura latina mediante traducciones o calcos del griego y cargando palabras latinas con un sentido técnico nuevo; tan completo fue su logro terminológico que resultan mínimas las variantes que introdujo la tradición posterior. Además de esta decisiva adaptación a la nueva lengua, la obra sancionó el tratamiento de la retórica en las cinco partes (inventio, dispositio, elocutio, memoria y pronunciatio) que pasarían a ser normativas en estos estudios.

Sobre los sueños. Sobre José.

Filón de Alejandría

Filón fue el principal representante del judaísmo helenístico de su época; sin embargo, en quien más influyó fue en los primeros cristianos, que llegaron a considerarle de los suyos. Filón de Alejandría, también llamado «Filón el Judío» (h. 30 a.C.-h. 45 d.C.), fue el principal representante del judaísmo helenístico de su época. Autor prolífico de escritos filosóficos y exegéticos, muchos de los cuales se han conservado, fue un ecléctico más que un pensador sistemático. Concilió la filosofía antigua con la fe cristiana a través del método de la alegoría, que le permitió encontrar muchos rastros del pensamiento antiguo en el Antiguo testamento. Sus escritos suelen distribuirse en tres grupos: tratados sobre la Ley Judía; obras apologéticas y tratados filosóficos. Los escritos de Filón ejercieron una gran influencia entre los primeros cristianos, que incluso le consideraron uno de los suyos. Este volumen reúne dos de sus tratados conservados: De somniis, que trata varios sueños aparecidos en el libro del Génesis, y De Iosepho, en el que Filón presenta a José como modelo de político.